Con información de Efe
Similar a la erupción del Vesubio, que dejó toda forma de vida sepultada bajo cenizas en la ciudad de Pompeya, Italia, fue el fenómeno registrado en el año 431 en la zona maya de El Salvador, una erupción que arrasó con todo en al menos 40 kilómetros a la redonda.
La erupción del volcán Ilopango afectó a la civilización maya hace casi mil 600 años y su impacto fue tan grande que las cenizas incluso llegaron a Groenlandia, es decir, a 7 mil kilómetros de distancia.
Especialistas del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España, de la UNAM y de otras instituciones internacionales descubrieron que la erupción ocurrida en Centroamérica fue una de las más explosivas en los últimos 10 mil años, incluso peor que la del Vesubio en el año 79 de Nuestra Era y que dejó a las ciudades de Pompeya, Herculano y Estabia totalmente destruidas.
Los estudios realizados en ceniza encontrada en Groenlandia revelaron que la columna eruptiva alcanzó hasta 45 kilómetros de alto y todos los seres vivos que se encontraban en un radio de 40 kilómetros alrededor del volcán fueron arrasados.
Los investigadores estiman que el volumen del magma expulsado en esta erupción fue de 55 kilómetros cúbicos, por lo que cerca de dos millones de kilómetros cuadrados de América Central fueron afectados por las cenizas volcánicas. Una zona donde se desarrollaba el periodo Clásico Temprano de la cultura maya.
Los científicos señalan que es probable que la erupción haya dejado el cielo oscurecido en la región durante al menos una semana.
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