Una investigación en marcha sobre el jefe del equipo campeón de la Fórmula Uno ha eclipsado el inicio de la nueva temporada esta semana con el Gran Premio de Bahréin.
Han transcurrido tres semanas desde que se confirmó que Christian Horner, el jefe de Red Bull, era investigado por supuesta conducta indebida hacia una empleada del equipo. No se ha indicado cuándo se tomará una decisión sobre su futuro.
El fabricante de bebidas energizantes dijo el pasado día 5 que abrió una investigación a Horner, pero no dio detalles. Horner niega que haya cometido algo malo y no ha sido suspendido de sus funciones. Ha seguido como el rostro del equipo de F1, diciendo que “todo es normal”.
Horner ha sido el líder de Red Bull desde su debut en la F1 en 2005, y tuvo un papel más amplio en la presentación del nuevo monoplaza, incluso sobre el tricampeón vigente, Max Verstappen, o su compañero Sergio Pérez. Horner estuvo presente en los tres días de “test” en Bahréin la semana pasada.
“Para todos, lo mejor es que todo se resuelva”, dijo Verstappen.
En la pista, Red Bull vuelve a ser el equipo a vencer tras una temporada en la que Verstappen o Pérez subieron a lo más alto del podio en 21 de 22 carreras. Verstappen fijó un récord con 19 victorias.
Red Bull lució formidable en los tres días de pruebas, aunque Carlos Sainz Jr. y Charles Leclerc, al volante de sus Ferraris, lograron los tiempos más rápidos en las últimas dos jornadas.
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