Paul Peacchey, Kim Sengupta y Leo Cendrowicz
The Independent
La Jornada Maya

Bruselas
24 de marzo, 2016

Dos hermanos, uno de ellos buscado por terrorismo y ambos con largos historiales por crímenes violentos, fueron identificados en Bruselas como los atacantes suicidas, mientras funcionarios de seguridad fueron acusados de haber perdido una serie de oportunidades para detener a los atacantes antes de que llevaran a cabo su mortífero plan.

Brahim el Bakraoui, de 29 años, y su hermano Khalid, de 27, fueron identificados como dos miembros de un equipo de cuatro atacantes que detonaron bombas en el aeropuerto y la estación del Metro. Fiscales advirtieron que aún quedan varios cómplices libres en la ciudad, que permanecía este miércoles en alerta máxima. Al parecer, funcionarios omitieron registrar que Brahim el Bakaoui, quien estaba en una lista de alerta roja de Interpol, volvió a entrar a Bélgica después de ser deportado a Turquía el año pasado por ser sospechoso de llevar a cabo actividades yihadistas.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó este miércoles que el atacante fue detenido cerca de la frontera con Siria en junio pasado y deportado a Holanda a petición suya. Tanto las autoridades belgas como holandesas fueron formalmente notificadas el 14 de julio de su deportación y de la sospecha de que era un combatiente extranjero, sostuvo el presidente, pero Bélgica no encontró ningún nexo entre Bakraoui y el terrorismo.

Este miércoles se descubrió que la policía encontró el último testamento de Brahim en la computadora, en que detallaba sus cada vez más desesperados intentos de evitar ser capturado y enviado a la cárcel para purgar una condena prolongada. No sé qué hacer. Tengo prisa. Estoy huyendo. Hay personas buscándome por todos lados y si me entrego acabaré en una celda, decía el texto revelado por investigadores.

Lo único que impidió un atentado de dimensiones mucho más destructivas en el aeropuerto fue un malentendido con la compañía de taxis que contrataron los atacantes y que les envió un vehículo de tamaño menor al que solicitaron. Por este motivo los yihadistas debieron dejar una bomba cuando un auto más pequeño al que esperaban llegó a recogerlos en el barrio de Schaerbeek en la ciudad. El artefacto sin estallar fue descubierto la noche del martes, cuando la policía registró la casa en la que los atacantes prepararon su ataque. Era el mismo tipo de bomba usada en los atentados de París y se encontró también una bandera del Estado Islámico (EI).

Mientras líderes europeos se solidarizaron públicamente con Bélgica y el duelo nacional de tres días comenzó el martes, hubo también consenso de que la estrategia europea para proteger de atentados a la comunidad fracasó al no obtener los resultados que debió haber tenido.

El primer ministro francés, Manuel Valls, quien depositó una ofrenda floral en la estación del Metro donde murieron 20 personas y que es la más cercana a las oficinas de la Comisión Europea, dijo que las naciones de la Unión Europea deben invertir masivamente en sus sistemas de seguridad.

Las críticas más directas provinieron de Turquía, nación que fue previamente criticada por Francia, la cual dijo que Ankara no advirtió previamente sobre uno de los atacantes suicidas que el año pasado participaron en los atentados de París que se saldaron con la muerte de 130 personas.

Funcionarios turcos reviraron al asegurar que las autoridades francesas fueron advertidas dos veces por Turquía sobre uno de los autores de los ataques del 13 de noviembre. Una fuente de alto nivel del gobierno turco declaró a The Independent: Nosotros notificamos a Francia antes de los atentados de París. Esto es ridículo.

La policía belga tuvo conocimiento de los dos hermanos durante años, y sabía que ellos operaban en algunas de las comunidades marginales de la capital que fueron escasamente vigiladas por las agencias de inteligencia pese a que se habían detectado reclutamientos de yihadistas y nexos con el terrorismo.

El fiscal federal belga, Frederic van Leeuw, dijo a reporteros que los hermanos eran ciudadanos belgas nacidos en el país y que tenían extensos historiales criminales, aunque ninguna de sus infracciones estaba relacionada con el terrorismo.

Sin embargo, se cree que Khalid tenía una alerta roja de Interpol desde agosto del año pasado, mediante la cual se debió haber informado a las policías de todo el mundo que era un terrorista buscado. Se cree que el hombre de 27 años rentó una casa con un nombre falso en el suburbio de Forest, de Bruselas, que fue registrado por la policía la semana pasada.

Brahim recibió una sentencia de nueve años de prisión en 2010, después de usar un rifle de asalto Kalashnikov durante un tiroteo con la policía, y también participó en un asalto fallido a una oficina de Western Union. Khalid fue arrestado por robo de autos y recibió una sentencia de cinco años de prisión en 2011.

Brahim fue uno de los atacantes suicidas muerto en el aeropuerto junto con otras 12 personas. El diario francés Le Monde reportó anoche que el segundo atacante del aeropuerto fue identificado como Najim Laachraoui, quien tiene nexos con la matanza en París. Medios franceses dijeron que su ADN fue encontrado en los cinturones explosivos hallados en el salón Bataclan y en el Estadio de Francia tras los asesinatos en dicha capital hace cinco meses.

La policía de Bruselas continúa la búsqueda del tercer atacante: el hombre del abrigo color crema captado por las cámaras de seguridad, quien escapó del aeropuerto tras colocar una bomba que no detonó. Los investigadores inicialmente identificaron a este hombre como Laachraoui, pero después rectificaron y dijeron que el sospechoso más bien podría ser un hombre barbado que se ve caminando en el extremo izquierdo de las tomas, a la derecha del grupo, y quien vestía suéter negro y pantalones beige. Para añadir a la confusión, medios locales sugirieron que Laachraoui había sido detenido en una pizzería, pero después desmintieron dicha afirmación.

Khalid murió cuando sus explosivos estallaron en la estación del metro de Maelbeek, aproximadamente una hora después de la doble detonación en el aeropuerto.

Aparentemente el atentado se precipitó debido al arresto en Bruselas, la semana pasada, de Salah Abdeslam, el único sobreviviente de la matanza de París. Él declaró a investigadores que planeaba comenzar algo nuevamente en Bruselas. El EI se responsabilizó de los atentados en la capital belga.

Bélgica mantuvo un minuto de silencio en todo el país este miércoles. El rey Philippe y el primer ministro Charles Michel colocaron la ofrenda floral en la estación del Metro de Maelbeek. Por la tarde, miles de personas se reunieron en la Plaza de la Bolsa, en el centro de Bruselas, incluidos decenas de estudiantes que coreaban Detengan la guerra.

A diferencia de el estado de emergencia que se impuso tras la alerta terrorista del año pasado, las escuelas y universidades permanecieron abiertas y la mayoría de las líneas del Metro dieron servicio, pese a que se reportó que una tercera parte de los estudiantes no asistió a clases.

El miércoles la cifra de muertos disminuyó de 34 a 31, mientras un número revisado de heridos ascendió de 198 a 270.


Lo más reciente

Por primera vez en 27 años, EU modifica clasificaciones de raza y etnia para las personas

Permitirá que residente se identifiquen como hispanos, de Medio Oriente y herencia norteafricana

Ap

Por primera vez en 27 años, EU modifica clasificaciones de raza y etnia para las personas

Ataque israelí mata a 36 soldados sirios cerca de Alepo: ONG

El objetivo eran los depósitos de misiles del movimiento libanés Hezbolá

Afp

Ataque israelí mata a 36 soldados sirios cerca de Alepo: ONG

Así es cómo la inteligencia Artificial predice el sabor y calidad de la cerveza

Los modelos pueden predecir qué compuestos agregarle para mejorarla

Europa Press

Así es cómo la inteligencia Artificial predice el sabor y calidad de la cerveza

Green Day encabezará concierto climático global respaldado por la ONU en San Francisco

La entradas estarán disponibles desde este viernes en Ticketmaster

Ap

Green Day encabezará concierto climático global respaldado por la ONU en San Francisco