Texto y fotos: Paul Antoine Matos
La Jornada Maya
San Cristobal de las Casas, Chiapas
Domingo 29 de julio, 2017
La lucha del zapatismo va más allá de la violencia; a través de la cultura y el arte, plantean la posibilidad de otro mundo; un mundo en el que quepan todos los mundos posibles, pero sin la existencia de la hidra del capitalismo y el neoliberalismo, pregonada por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, el de Estados Unidos, Donald Trump, y los organismos internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
En el cierre del segundo festival CompArte por la Humanidad, los zapatistas de Chiapas y los adherentes a la Sexta Declaración la Selva Lacandona convivieron bajo la lluvia y la neblina en el caracol de Oventik. Con pasamontañas y paliacates, el zapatismo recuerda que aún está presente en México y que continuará existiendo.
De todos los caracoles, los zapatistas mostraron la realidad que viven en México y el mundo, en el que los indígenas son despojados de sus tierras por la voracidad del neoliberalismo. También propusieron un mundo mejor, en el que se acepten las diferencias y se colabore.
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