Con información de La Jornada
La organización de un concierto de bandas españolas y mexicanas del género hardcore punk con temática neonazi en la Ciudad de México originó una ola de rechazo al discurso de odio, la discriminación, la violencia y la hostilidad que incluso incluyó un posicionamiento de la ONU.
El pasado 29 de octubre, el salón Pentathlón en la alcaldía Cuauhtémoc fue sede de un evento que reunió a alrededor de 300 personas ataviadas con símbolos nazis, quienes corearon consignas a favor de Hitler y del fascismo.
Al respecto, la Oficina en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) rechazó “categóricamente” toda manifestación de odio, supremacismo y formas de intolerancia.
En redes, expuso que el respeto a las garantías fundamentales y la convivencia pacífica entre las personas y los pueblos se basa en el reconocimiento a la dignidad intrínseca de todos los seres humanos, “la vigencia de los valores democráticos y la protección del derecho a la igualdad”.
A causa de este evento, la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México informó que se colocaron sellos de suspensión de actividades en el recinto.
El titular de la Secretaría de Gobierno, Martí Batres, informó en su cuenta de Twitter que tuvo una reunión con representantes de la comunidad judía en México, en la que coincidieron en sumar esfuerzos contra toda expresión neaonazi y fascista que se presente en la capital del país. “Aquí no se permite ningún tipo de concepción que pretenda el exterminio de otras personas”, advirtió.
De igual manera, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, condenó la realización del concierto y señaló que el fascismo y el nazismo representan el clasismo llevado a su máxima expresión y el odio a niveles extremos.
Ante el anuncio de que se harán tres conciertos más, Sheinbaum señaló que las autoridades revisarán si los promotores tienen autorización para ello. Subrayó que el gobierno local no aceptará este tipo de actos en la ciudad.
Previamente, la comunidad judía en México también expresó su condena al citado concierto y su rechazo a cualquier conducta que incite al odio y la violencia, que además atente contra las libertades de las personas.
En el evento participaron los españoles Batallón de Castigo, Irreductibles y Last Chance. Por México, Suncity Skins, Royal Aces Convicted y Ejecución 1980, agrupaciones de bajo perfil del movimiento RAC (Rock Against Communism o Rock contra el Comunismo), que tiene sus orígenes en la década de los setenta y en realidad es un eufemismo para referirse a varios tipos de música de odio, como el hatecore.
El diario español El País documentó que las entradas costaron mil 580 pesos y durante el concierto se hizo presente el saludo nazi y canciones racistas y antisemitistas.
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Edición Astrid Sánchez
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