Ocultas dentro de un cofre enterrado en la zona arqueológica del Templo Mayor, fueron encontradas 15 figurillas antropomorfas hechas con piedra verde, una muestra del botín que obtuvieron los mexicas al conquistar la parte norte de Guerrero.
La ofrenda corresponde al periodo de Moctezuma Ilhuicamina, quien gobernó entre 1440 y 1469 de Nuestra Era. Dentro del cofre también se encontraron conchas y caracoles marinos así como unos aretes en forma de serpiente de cascabel y cuentas de piedra verde.
El descubrimiento fue realizado por arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) quienes participan en el Proyecto del Templo Mayor, en la Ciudad de México.
La ofrenda de consagración confirma que los mexicas tomaron piezas que ya eran consideradas reliquias para los pueblos que sometieron y se apropiaron de ellas como botín de guerra.
El cofre cuadrangular de piedra contenía 14 esculturas masculinas y una miniatura de figurilla femenina, las cuales tienen rasgos esquemáticos característicos del estilo Mezcala, dominante en la sierra norte de Guerrero.
Además, una vez que llegaron a Tenochtitlan, las piezas fueron objeto de una resignificación religiosa. Por ejemplo, una de las esculturas tiene restos de pintura facial alusiva a Tláloc, dios de la lluvia.
Este tipo de ofrendas, enterradas en cofres de piedra en el perímetro del Templo Mayor, son conocidas como tepetlacalli, del náhuatl tetl, piedra, y petlacalli, caja de petate, y es común que en ellas se guardaran las pertenencias más preciadas.
La mayoría de los cofres similares han sido encontrados bajo las monumentales cabezas de serpiente de la zona arqueológica por lo que los especialistas seguirán buscando más ofrendas.
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