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La Jornada
12/10/2025 | Tlahuiltepa, Hidalgo
Ricardo Montoya
Desde la madrugada del pasado viernes la comunidad indígena de Itztamichapa, del municipio serrano de Tlahuiltepa, Hidalgo, quedó prácticamente sepultada bajo toneladas de lodo y escombros luego del paso devastador del huracán Priscilla.
Las lluvias torrenciales provocaron deslaves y derrumbes que borraron caminos, destruyeron viviendas y dejaron a la población completamente aislada.
Los mayores daños se suscitaron en la colonia Nueva Acanis de Iztamichapa.
Sin energía eléctrica ni acceso terrestre, los habitantes permanecen atrapados desde hace horas, en medio de una escena desoladora: casas cubiertas por lodo, calles desaparecidas y silencio interrumpido solo por el retumbar de nuevos desprendimientos de tierra.
Brigadas de rescate intentan abrir paso entre el lodo y los escombros para llegar con víveres y auxilio, pero la fuerza de la naturaleza ha convertido el camino en un auténtico campo de desastre.
Aunque hasta el momento no se reportan víctimas, la magnitud de los daños es considerable y las autoridades temen que nuevas lluvias puedan agravar la emergencia. Protección Civil del municipio mantiene a la zona bajo alerta máxima, mientras pobladores esperan ayuda en condiciones críticas.
El municipio de Tlahuiltepa se localiza a unos 170 kilómetros al norte de la ciudad de Pachuca, en pleno corazón de la Sierra Hidalguense.
Edición: Emilio Gómez