En un claro reflejo de nuestra sociedad carente de valores éticos que regulen las acciones individuales y sociales, sin ideologías que marquen el rumbo de la conducta hacia determinada dirección, en la discusión de la ampliación del plazo de la participación del ejército en tareas de seguridad pública hasta el 2028, solo ha prevalecido la lucha por el poder.
La expresión clásica latina “operari sequitur ese”, que significa que “el obrar sigue al ser” ha sido pulverizada por el pragmatismo político en el que los “progresistas” defienden valores de los “conservadores” y viceversa. La derecha conservadora siempre ha tenido como baluarte al ejército y a su vez la izquierda cuando asume el poder busca reducir el protagonismo de las fuerzas armadas.
El gobierno de México presidido por Andrés Manuel López Obrador se autocalifica como de la izquierda progresista, sin embargo le ha dado al Ejército y la Marina, además de tareas de seguridad pública, el manejo de las aduanas, los puertos, aeropuertos, multimillonarias obras civiles, etcétera.
Ahora la “izquierda progresista” de López Obrador se impuso en el senado con 87 votos a favor para que la iniciativa previamente aprobada en la cámara de diputados no tenga obstáculos Constitucionales, y el ejército absorba a la Guardia Nacional y siga realizando tares de seguridad pública hasta 2028. La derecha conservadora sin proyecto alternativo de Nación, sin credibilidad ni prestigio, no ha sido una real oposición.
Las ideologías son “sistemas de ideas y valores determinados” que refieren un tipo de conciencia social y de clase. La ideologías son un conjunto normativo de ideas, emociones y creencias colectivas que deben marcar la conducta social humana. En las democracias los votantes deben identificarse con alguna ideología y sufragar en consecuencia. ¿Qué mundo es éste en el que la izquierda es derechista y la derecha es izquierdista?
Las ideologías enriquecen una sociedad porque posibilitan la pluralidad y la diversidad. Nadie quiere la uniformidad de los gobiernos totalitarios. En la confusión y la falta de ideologías lo único que prevalece es la feroz lucha por el poder y los beneficios que conlleva para quienes lo alcanzan. Por eso las alianzas sin respeto a las ideologías son antinaturales y absurdas. Sólo son movidas por la codicia facciosa. Esa carencia de ideología es la que marca las desbandadas partidistas hacia el nuevo partido hegemónico, que en México es Morena, que también por el nulo aprecio a una ideología los acoge gustoso. Aunque su líder y fundador diga todos los días que no son iguales, que hay que hacer política y no politiquería, que los ideales y valores éticos son fundamentales y un largo etcétera.
Habría que analizar si los integrantes del gobierno de Mara Lezama Espinoza en Quintana Roo, tienen la ideología y los valores que preconiza AMLO todos los días, sin importar el partido del que proceden. Al fin de cuentas hay que reconocer que la gobernadora tiene el mismo “poder purificador” de López Obrador y con su sola voluntad borró el pasado de personas que antes denostaban de manera permanente de la 4T y su fundador. Anti AMLOS conversos por un poder superior. Taumaturgia pura. Al final de cuentas lo importante será que se conduzcan con probidad y humildad, sean eficientes y no carezcan de sentido común, sensibilidad social y sensibilidad política. En fin, son cosas que pasan en nuestro país y en nuestro caribeño Estado.
¡HASTA LA PRÓXIMA!
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