Opinión
Normando Medina Castro
04/12/2024 | Chetumal, Quintana Roo
Si el segundo piso de la transformación de México implica un combate eficaz de la corrupción, con acciones permanentes, planificadas, sistemáticas y sin distingos, el gobierno actual que preside Claudia Sheinbaum, chocará inevitablemente contra su “aliado incómodo” el Partido Verde Ecologista de México, siempre distante en los hechos del ideario político del Movimiento de Regeneración Nacional fundado por Andrés Manuel López Obrador.
El Partido Verde Ecologista de México fue fundado en 1986 por el priista Jorge González Torres y obtuvo su registro durante el Salinato 1988-1994 fortaleciéndose al grado de convertirse en 1997 en la cuarta fuerza política de México. Aunque fue aupado por poderosos piristas, en las elecciones presidenciales del 2000, formó parte de la Alianza por el Cambio con el Partido Acción Nacional sumándose a la victoria de Vicente Fox Quesada. Sin embargo, acusaron a Fox de no respetar acuerdos y se distanciaron de él. En 2012 en alianza con el PRI estuvieron en el “bando ganador” con Enrique Peña Nieto, e incluso obtuvieron la primera gubernatura de su historia con Manuel Velazco Coello en Chiapas. En las elecciones de 2018 apoyaron al candidato priista José Antonio Meade, pero en cuanto sus diputados federales y senadores asumieron funciones se sumaron a la bancada de MORENA y sus aliados. En las elecciones de 2021 el partido Verde ganó la gubernatura de San Luis Potosí con Ricardo Gallardo Cardona. El Partido Verde Ecologista de México es de una sola familia ya que a la salida de Jorge Emilio González Torres en 2001, heredó el liderazgo a su hijo Jorge Emilio González Martínez, el Niño Verde, que lo maneja a su arbitrio, aunque de manera formal figuren otros nombres. El viejo niño verde radica en Cancún, Quintana Roo y su dominio en la política de ese Estado ya es hegemónico; aunque Morena tiene el poder, lo ejerce Jorge Emilio.
La gubernatura de Quintana Roo se disputará en 2027, pero ya el Verde vistió de Guinda a Eugenio Segura, quien inició en la cima como Secretario de Finanzas de la gobernadora Mara Lezama y en 2024 brincó a una senaduría y ya preside la comisión de turismo en esa cámara. La única oposición posible a Segura sería la debacle del Verde y un posible choque con el gobierno de Claudia Sheinbaum que con el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana Omar García Harfuch, Raquel Buenrostro en la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, además de Luisa María Alcalde y Andrés Manuel López Beltrán liderando Morena, pretenden una verdadera transformación. El nombre de Rafael Marín Mollinedo, el amigo de la infancia de Andrés Manuel López Obrador, podría cobrar importancia capital.
Don Andrés Quintana Roo ha sido ignorado en la entidad que lleva su nombre. Su natalicio y varias conmemoraciones son minimizadas. Los diputados locales morenistas de la anterior legislatura, encabezados por un ex modesto prestador de servicios turísticos y actualmente poderoso diputado federal guinda, Humberto Aldana, sin el mínimo respeto a un edificio histórico como lo es la sede del Congreso del Estado, retiraron de manera burda el monumento de don Andrés Quintana Roo en la plazoleta donde se ubicaba para la instalación de una cafetería concesionada a particulares, lo cual se frenó por un amparo concedido al Consejo Ciudadano de la Ciudad. Penoso, por decir lo menos. En fin, son cosas que pasan en nuestro país y en caribeño Estado.
¡Hasta la próxima!
Edición: Fernando Sierra