Opinión
Eduardo Lliteras
08/04/2025 | Mérida, Yucatán
El gobierno francés externó su preocupación luego de que a un científico francés se le negó la entrada a Estados Unidos después de que funcionarios estadounidenses de aduanas del aeropuerto leyeran mensajes en su teléfono celular en los que criticaba a Donald Trump. Fue el propio ministro de Educación Superior francés, Philippe Baptiste, quien anunció que "a un académico francés que iba a Houston para una conferencia se le negó el acceso a Estados Unidos y luego fue expulsado".
“Esta medida fue tomada por las autoridades estadunidenses porque el teléfono del investigador contenía intercambios con colegas y amigos en los que expresaba sus opiniones políticas sobre las políticas de la administración Trump en materia de investigación científica”, dijo el ministro francés. Según fuentes diplomáticas, el científico, especializado en investigaciones espaciales, fue detenido el 9 de marzo durante una revisión aleatoria de su teléfono y su ordenador.
Este es un caso y un ejemplo de algo que se ha vuelto sistemático, la nueva norma en Estados Unidos. Una política de persecución contra extranjeros que publican opiniones contrarias a la administración Trump. Claro, también contra aquellos que se han manifestado en contra del genocidio en Gaza en territorio estadunidense, en sus universidades, con detenciones en las calles por personas enmascaradas, mientras el presidente Trump y el primer ministro Benjamín Netanyahu insisten en que deben irse de la Franja aquellos que sobrevivan a la masacre diaria.
Trump y Netanyahu en su último encuentro en la Casa Blanca hablaron sobre su plan para que los palestinos abandonen Gaza "voluntariamente".
Seamos claros: nada de esto es voluntario; significaría la deportación forzada de 2 millones de personas de Gaza que mal sobreviven en medio del terror de los bombardeos, el bloqueo a la ayuda humanitaria y a las enfermedades. Un infierno en la tierra.
Otro caso: Rümeysa Öztürk. Fue detenida en la calle cerca de su casa por supuestos miembros del ICE (Servicio de Control de Inmigración y Aduanas), que iban enmascarados y armados. Todo por coescribir un artículo con información crítica de Israel y del genocidio en Gaza.
Organizaciones de la sociedad civil expresaron que “Rümeysa Öztürk ejerció su derecho constitucional e inalienable a la libertad de expresión al escribir un artículo de opinión en el periódico estudiantil. ¿Su destino? Su internación en el Centro de Procesamiento del Sur de Luisiana, en Luisiana, acusada de "apoyar" a Hamas, por escribir un artículo, reiteramos.
Al respecto, el secretario de Estado, Marco Rubio, dijo lo siguiente: "Le revocamos la visa... Te dimos una visa para venir a estudiar y obtener un título, no para convertirte en una activista social que destroza nuestros campus universitarios. Si te dimos una visa y luego decides hacerlo, te la retiraremos".
Eso sí, el presidente Donald Trump ha prometido deportar a los manifestantes extranjeros a los que califica de propalestinos y a los ha acusado de “antisemitismo”, de apoyar a Hamas y de ser una amenaza para la seguridad nacional.
Por otro lado, en Alemania, se está intentando deportar a ciudadanos de la Unión Europea por su activismo político, incluso a aquellos que no han sido condenados por ningún delito.
La persecución del disenso respecto a lo que sucede en Gaza es una praxis constante en numerosos países occidentales, donde los neonazis campan libremente mientras se arresta a alguien que muestra una bandera palestina.
No hay que olvidar que durante el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania-OTAN, se prohibieron medios rusos y se calificó de pro ruso a quien hablara de la necesidad de negociar la paz o cuestionara la expansión de la OTAN hacia el este de Europa por ser una forma de provocar un conflicto con Moscú. Y ahora, la Unión Europea exige fondos por 800 mil millones de euros para el rearme de los países miembros. Recortes sociales a cambio de armas y de un ejército que participará en guerras, a las que no se podrá cuestionar o criticar. Y no hablamos de Rusia o China.
Post Scriptum
La Armada estadunidense ha publicado una lista completa de 381 libros que la Academia Naval sacó de su biblioteca. Se trata de una purga ordenada por Pete Hegseth, secretario de Defensa. Algunos de los títulos retirados, abordan la llamada supremacía blanca en Estados Unidos y los impactos sobre el extendido racismo en ese país. Claro, hay muchos sobre la ideología de género, que tanto detesta la administración Trump.
Edición: Fernando Sierra