de

del

Foto: Reuters

México está a punto de cumplir seis meses lidiando con el brote de gusano barrenador en territorio nacional. Las labores de contención, como suele ocurrir con todas las enfermedades transmitidas por vectores cuando no se ha aplicado una intensa campaña de prevención, no han logrado impedir que la mosca científicamente denominada Cochliomyia hominivorax continúe desplazándose y reproduciéndose, afectando con ello la actividad ganadera.

Los reclamos ya son una cuestión que se encuentra desfasada. Estados Unidos ha abierto, cerrado y vuelto a abrir su frontera a la importación de reses en pie, junto con otros bovinos destinados al consumo humano, pero el problema de fondo es cómo detener a un insecto volador que simplemente no respeta fronteras políticas.

Por otro lado, ir señalando con el dedo flamígero a otros países que en su momento no pudieron contener a la plaga o por permitir el tránsito irregular de animales, en estos momentos no ayuda en nada a resolver la crisis; al contrario, ahora es necesaria la coordinación internacional para implantar una política regional de traslado de ganado. Como se ha dado a conocer, las irregularidades existen en toda la ruta hacia los mercados estadunidenses.

Lo alarmante ahora han sido los casos de miasis; cuando la mosca, en lugar de depositar sus huevecillos en las heridas de vacas y toros, lo hace en humanos. El hecho de que esto suceda motiva a cuestionar si las medidas de higiene promovidas durante la pandemia de Covid-19 quedaron tan rápido en el olvido; pero también la efectividad de los protocolos establecidos.

La presión es fuerte: Estados Unidos, y cualquier otro consumidor potencial, requiere garantías de que la carne que adquiere es inocua. La alerta por la presencia de gusano barrenador a poco más de 100 kilómetros con ese país es una velada amenaza a los ganaderos mexicanos que destinan sus reses a la exportación, aunque también hay señalamientos de que las autoridades del país del norte tienen también una responsabilidad, pues la planta de producción de la mosca estéril para reducir la población de las del gusano barrenador, localizada en Panamá, y que tiene la capacidad para atender el brote actual, obedece a sus instrucciones. Otra medida, como la fumigación aérea, resulta imposible porque arrasaría con otros insectos que sí son benéficos para la agricultura o la apicultura; cuando no fuente de alimentación de aves, reptiles y otros polinizadores.

Entonces, la llegada de la mosca del gusano barrenador a los Estados Unidos es ya una simple cuestión de tiempo, y esto supone un enorme riesgo financiero para la industria cárnica de ese país; aunque la nacional ya está sufriendo los efectos de la plaga.

La diferencia que hay ahora con los brotes de ya hace varias décadas, es que la afectación no ha sido únicamente al ganado bovino, sino que también se ha dado el fenómeno de miasis hacia caballos, ovinos y animales domésticos como perros y gatos, además de humanos. Ahora, cabe destacar, esto es efecto de permitir el descontrol en el cruce de ganado -no en balde una de las áreas más preocupantes es el sur de Campeche -y que se fortalecieran los grupos del crimen organizado que operan la reventa de aretes de identificación.

Pero también está la irresponsabilidad de los ganaderos que no reportan la presencia del gusano en sus ranchos, por temor a una cuarentena. Así, no solamente se pierde la oportunidad de contar con estadísticas verosímiles, sino también la posibilidad de brindar apoyo a través de brigadas veterinarias; algo que sí podría exigirse a los gobiernos estatales.

Y mientras, las esperanzas siguen puestas en la distribución de la mosca estéril, sin que hasta el momento se tenga la certeza de que podrán criarse las suficientes como para controlar el brote y el desplazamiento del gusano barrenador. Como en otros problemas, se requiere de la colaboración de ganaderos, sus uniones y el gobierno para proteger la producción nacional de carnes; pero también, aunque parezca increíble, urge seguir difundiendo las medidas básicas de higiene para la prevención de enfermedades pues, como vemos, hasta las plagas parecen estar dispuestas a atacar a los humanos.

Sigue leyendo:


Edición: Estefanía Cardeña


Lo más reciente

El Golfo de México profundo: escarpes, montañas submarinas y llanuras abisales

Se han revelado hábitats únicos en los escarpes del Banco de Campeche y el Monte Chapopote

Antar Mijail Pérez Botello

El Golfo de México profundo: escarpes, montañas submarinas y llanuras abisales

Más Julietas y menos Romeos

Curiosidades Filosóficas

Nalliely Hernández

Más Julietas y menos Romeos

Políticos, política, ciencia y científicos, ¿Alguna relación?

Visión Intercultural

Francisco J. Rosado May

Políticos, política, ciencia y científicos, ¿Alguna relación?

Derrumbe en escuela islámica de Indonesia deja al menos un muerto y casi 100 heridos

El edificio que estaba en proceso de ampliación sin autorización

Ap

Derrumbe en escuela islámica de Indonesia deja al menos un muerto y casi 100 heridos