Yolanda Aldana
Cancún, Quintana Roo
Domingo 22 de diciembre, 2019
Ni la lluvia provocó que fuera cancelado el concierto “De Bach a los Beatles” en el que la estrella principal fue el flautista mexicano, Horacio Franco, quien como encantador de serpientes hipnotizó con su sensibilidad musical a más de uno de los cancunenses que, asistieron para disfrutar de la música barroca que interpretaron integrantes de la Orquesta de Cámara de Quintana de Roo y Víctor Flores, contrabajista invitado.
La presentación del maestro Horacio Franco inició en compañía de Víctor Flores, al tocar piezas como: el Allegro de la Sonata para flauta en mi menor, BWV 1034 de Johann Sebastian Bach, Concierto en la menor, P.83 RV 445 para flauta sopranino, cuerdas y continuo Allegro Larghetto Allegro de Antonio Vivaldi hasta pasar a composiciones de John Lennon con Eleanor Rigby.
La pulcritud musical que distingue al famoso flautista no se hizo esperar, cuando acompañado por la Orquesta de Cámara de Quintana de Roo, dirigida por Mario Monroy al empezar a tocar el Concierto en Sol Mayor, RV 312, para flauta sopranino, cuerdas y continuo Allegro molto. Larghetto. Allegro de Antonio Vivaldi interrumpió abruptamente al decir, “perdón, pero no se puede hacer música cuando los micrófonos provocan un zumbido, por favor que los quiten porque no hace falta usarlos aquí”; Horacio Franco estaba completamente en lo cierto, ya que el teatro 8 de Octubre al cual fue reubicado el concierto que, originalmente sería en la plaza cívica solo tiene espacio para 161 personas.
En exclusiva para La Jornada Maya, el artista dijo, “el público mexicano es muy agradecido, siempre ha sido muy cálido y mi gran satisfacción es que a la gente le gusta lo que hago, por eso estoy muy feliz de estar aquí trabajando con músicos, sobre todo que en México no hay mucha gente que haga música barroca por eso me gusta interactuar con ellos”.
A consideración de Horacio Franco las ocho flautas que usó en el concierto fueron pocas, las cuales las mejores son fabricadas en Europa y Canadá, “tengo tres constructores que hacen mis flautas, un inglés en Holanda, una holandesa que vive en su país de origen y un que canadiense que reside en Montreal, estos instrumentos no son fáciles de adquirir en México no hay nadie que los fabrique, los tengo que mandar a diseñar para mí”.
Aunque prefiera interpretar sus piezas en zonas de confort como los teatros, el maestro Franco, artista que usa todo su cuerpo al ser un instrumentista de aliento, también le gusta tocar en espacios abiertos como el Zócalo o las plazas, debido a que se puede atraer a personas de estratos sociales más vulnerables a la música clásica.
Ante el gusto del público por los danzones que fueron interpretados, por su parte, Víctor Flores, indicó, “tratamos no de imitar, pero al ser co-creadores le damos ese sabor al momento de tocas”. Con 40 años de experiencia, el contrabajista pertenece al proyecto Orquesta Escuela Carlos Chávez que está en la Ciudad de México en Los Pinos, por lo que termina dándoles clases a niños que acuden a la convocatoria para pertenecer a la Orquesta Sinfónica Infantil de México (OSIM) y formar al nuevo semillero de licenciados en música.
A pocos minutos de culminar con el concierto, Horacio Franco agradeció el invaluable apoyo de Hugo Álvarez, director del Instituto de Cultura y las Artes en Benito Juárez y al pintor y artista plástico, Alan Vázquez, por el retrato que le elaboró, el cual fue develado en el teatro la noche de este 21 de diciembre.
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