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Ana Ramírez
23/09/2025 | Cancún, Quintana Roo
La implementación del programa de justicia terapéutica avanza en Quintana Roo como modelo alternativo para personas que cometen delitos menores bajo los efectos de sustancias sicoactivas, informó Miguel Ángel Sánchez, asesor del fiscal general en materia de prevención de adicciones y del delito.
“Este esquema es un beneficio social porque la persona deja de reincidir en el consumo, en la comisión de delitos y en conflictos con la ley”, afirmó. Aseguró que este esquema ya ha comenzado a dar resultados en la entidad; el proyecto contempla que los acusados por delitos como robo menor, posesión simple de drogas, ataques a las vías de comunicación o consumo, puedan solicitar al Ministerio Público ser considerados para un proceso especial.
Este implica cumplir con tres requisitos: reparar el daño, obtener el perdón de la víctima y someterse a un tratamiento contra las adicciones. Con ello, el infractor evita el ingreso a prisión, mantiene vínculos familiares y laborales, y recibe apoyo profesional para superar su dependencia.
Detalló que Quintana Roo ya trabaja en alianza con Centros de Integración Juvenil, Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones y Alcohólicos Anónimos (AA). Actualmente cuatro personas han sido referidas a AA como parte del programa piloto, y se prevé que al cierre de 2025 sean cerca de 50 beneficiarios.
Esta iniciativa se respalda con la experiencia en otros estados, como Chiapas, donde se implementó hace algunos años, más de cinco mil personas han sido atendidas con éxito, y en promedio entre 600 y 700 ciudadanos se benefician cada año de este modelo. En total ya son al menos ocho entidades del país las que aplican justicia terapéutica, con resultados que apuntan a una disminución de la reincidencia y a una mayor integración social.
En paralelo, la Fiscalía también impulsa un programa de prevención en escuelas. De noviembre de 2024 a la fecha se han visitado 47 planteles, alcanzando a más de 50 mil alumnos, maestros y personal administrativo con charlas y talleres de concientización.
La meta es llegar a 100 mil estudiantes informados y sensibilizados antes de diciembre de este año. El objetivo es doble: prevenir adicciones y abrir canales de confianza con las autoridades.
Gracias a este trabajo se han detectado 27 carpetas de investigación por casos relacionados con violencia familiar, abuso sexual, narcomenudeo y explotación. Además, se han canalizado 28 jóvenes con tendencias a la depresión o aislamiento, evitando posibles intentos de suicidio mediante acompañamiento sicológico.
Edición: Ana Ordaz