Quintana Roo > Sociedad
Ana Ramírez
04/08/2025 | Cancún, Quintana Roo
Desde el núcleo familiar debe iniciar la conciencia sobre la importancia de una alimentación balanceada, para así combatir los primeros lugares en obesidad infantil que ocupa la península de Yucatán, opinó el nutriólogo Iván Gerardo Benítez Ruiz, catedrático en la Universidad Anáhuac Cancún, especialista en nutrición clínica pediátrica.
Esta mañana en la Conferencia del Pueblo se dieron a conocer los resultados del tamizaje realizado a nivel nacional como parte del programa Vive Saludable, Vive Feliz, en la cual un grupo de especialistas revisó peso, talla, salud bucal y visual de estudiantes de educación básica. La
península de Yucatán ocupó los tres primeros lugares en infantes con obesidad y sobrepeso, encabezando la lista Campeche (56 por ciento), seguido de Quintana Roo (52 por ciento) y Yucatán (51 por ciento). En resumen, uno de cada dos niños está fuera de rangos saludables.
“Es importante entender que la obesidad en general es algo multifactorial donde intervienen varias cosas, desde causas sociales a nivel familiar, políticas, genéticas, entre algunas otras, donde también es importante atacar cada causa y entender que sí es una enfermedad que tiene consecuencias a nivel metabólico y que tiene muy altos costos a nivel de salud pública”, expuso el experto.
Foto: Ana Ramírez
El que Quintana Roo ocupe el segundo lugar con más niños con sobrepeso y obesidad, opinó, puede estar relacionado con el tipo de comida que culturalmente se consume y también por las porciones de más que se les da a los infantes. Un elemento de suma relevancia, dijo, es no estigmatizar o no hacer planes de intervención centrados solamente en el peso, porque lo normal en la etapa pediátrica es que el peso vaya para arriba, porque están en crecimiento y desarrollo, pero el enfoque sí tiene que ser en el cambio de hábitos.
Y es en ese cambio de hábitos donde intervienen todos los niveles, tanto educativos, como salud pública, apoyo social y no estigmatización; así es como se puede avanzar, abarcar también la educación en familias, porque no solo es lo que los niños consumen en la escuela, sino también educar a las familias y como adultos llevar un estilo de vida balanceado, comentó.
“El primer paso creo que es hacernos conscientes de que si tenemos que actuar desde el primer instante en la consulta de pediatra y verlo desde la parte de hábitos: ¿está durmiendo lo suficiente? ¿Qué estamos comiendo en casa? ¿Qué alimentos estamos trayendo? ¿Hay muchos alimentos procesados? Podemos apoyarnos mucho de la política de sellos, pero también de cómo podemos comer más verduras y no se trata solo de dar ensaladas nada más, tenemos que integrar preparaciones que puedan ser visualmente más atractivas para los niños, incluso para nosotros y los cambios tienen que hacerse en familia”, resaltó Benítez Ruiz.
En Cancún, dijo, es habitual que las infancias queden a cargo de los abuelos o algún otro cuidador y es a ellos, los encargados de sus principales alimentos, a quienes también se debe guiar para evitar tantas calorías dañinas.
“También tenemos que quitarnos este estigma de que en la infancia es el momento donde pueden comer de todo, dulces y demás, y que si no se les permite es como truncar la niñez. Ahí también hay que entender que es donde más tenemos que cuidar la alimentación justamente. Lo que hagamos en los primeros años de alimentación es lo que vamos a tener para nuestra vida de adultos”, enfatizó.
Edición: Estefanía Cardeña