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Miguel Améndola
28/09/2025 | Tulum, Quintana Roo
Artesanos y carpinteros de comunidades mayas ubicadas en la zona de transición del estado han reportado una disminución de hasta 50 por ciento en el valor de sus productos durante la temporada baja, lo que ha impactado directamente sus ingresos y la continuidad de estos oficios tradicionales.
En localidades como Macario Gómez, Francisco Uh May y Manuel Antonio Ay, el trabajo con madera, bejuco y fibras naturales ha sido durante generaciones una fuente de sustento y una práctica cultural heredada. Sin embargo, diversos factores económicos y sociales están afectando su permanencia y los artesanos han optado por bajar los precios de sus productos para lograr venderlos.
“Mi papá es artesano y pues él me enseñó todo lo que sé. Aquí trabajamos distintos tipos de madera de la región, usamos el bejuco para realizar distintas artesanías, mismas que ofrecemos aquí en nuestra tienda”, señaló Manuel, joven artesano originario de Francisco Uh May.
Según explicó, las condiciones actuales del mercado han cambiado, principalmente debido a la reducción del turismo y la competencia con productos industrializados o de bajo costo. “La verdad en el último año se ha complicado demasiado la venta, incluso hemos tenido que regatear lo que vendemos. Les hemos bajado bastante porque nomás ya no sale”, indicó.
A esta situación se suma el creciente desinterés entre los jóvenes por continuar con este tipo de oficios. De acuerdo con Manuel, muchos optan por migrar hacia destinos turísticos cercanos en busca de empleo en sectores como la construcción y los servicios.
“Si de por sí los jóvenes como yo lo que buscan es salir del pueblo, nomás tienen edad o ya son autosustentables se van. Yo tengo amigos que se que van a Tulum, Playa del Carmen o Cancún, lugares donde hay trabajo”, comentó.
El entrevistado también señaló que cada vez hay menos jóvenes dedicados a estas labores, y que la mayoría de quienes continúan son adultos que aprendieron el oficio desde hace décadas. “Aquí ya somos pocos jóvenes trabajando esto, la mayoría son adultos que siguen con este arte”, dijo.
Asimismo, mencionó que algunos talleres han cerrado y varias familias han dejado de producir artesanías, lo que ha derivado en la pérdida paulatina de técnicas tradicionales. “Pues yo creo que sí puede desaparecer si las nuevas generaciones no se interesan en esto”, concluyó.
Edición: Fernando Sierra