Este domingo, mujeres se manifestaron en Mérida para exigir libertad digital, asegurando que es un derecho que, y que con la pandemia ha incrementado la necesidad de hablar al respecto debido a la creciente virtualidad.
Margo Mendoza, representante de Rueda de Mujeres, expuso que en la universidad Anáhuac Mayab las mujeres están viviendo con mucho miedo, llegando incluso a llevar tasers y otros mecanismos de defensa, pues temen sufrir ataques en la institución y que nadie haga nada al respecto, señaló.
En nombre de una estudiante de la Anáhuac, dijo que “las alumnas están tan aterradas de ir a la escuela que van armadas por el temor de encontrarse con esos miles de alumnos que, de manera anónima, hoy continúan traficando la intimidad de tantas jóvenes y amenazándolas incluso de muerte”.
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A pesar de todo esto, exigen que fin al pacto del silencio que han creado entre la directiva y el profesorado, pues aseguró que no se han dirigido a las alumnas para brindarles apoyo y tampoco con los alumnos para tomar medidas ante la violencia de género que están ejerciendo.
“Y mientras tanto, pareciera que todo lo que la universidad ha dicho ha sido meramente en las redes sociales con el único fin de limpiar la imagen de la institución y no de velar por la seguridad de las alumnas involucradas".
Sustentó esto, diciendo que la escuela, hasta ahora, desconoce quiénes fueron las afectadas y, aunque acuden a clases presenciales, les pidió a las alumnas comunicarse por correo electrónico para el tema.
“Nuestro cuerpo sigue siendo un tabú en pleno siglo XXI, desde la infancia nos han enseñado a escondernos, a callarnos y a sentir vergüenza de nuestro cuerpo […] Nos enseñan a tener miedo de que los hombres nos vean y nos dicen que no hay mujer más indigna que aquella que es vista por un hombre y, peor aún, aquella que es vista por mil 130 hombres al mismo tiempo en un grupo de Telegram”, sentenció la activista.
Levantó la voz para decir “nunca más nuestros cuerpos serán un arma con el que nos dañen, nunca más nos harán sentir vergüenza de nosotras mismas, nunca más harán con nuestra imagen lo que les plazca. Nuestro cuerpo es nuestro y hacemos con él lo que nos plazca”.
Otra de las manifestantes tomó el megáfono para decir “hemos perdido el miedo a nuestros agresores y estamos dispuestas a enfrentar al Estado”.
Apuntó que las sobrevivientes de violencia digital viven en constante acoso desde todos los sitios en donde se desenvuelven y aseveró que es momento de dejar de culpabilizar a las mujeres por vivir su sexualidad, pero también dejar de creer que la virtualidad no existe porque también hiere, advirtió.
“El Internet es un espacio patriarcal, no es un ambiente seguro para nosotras, tenemos que implementar medidas emergentes de protección, necesitamos que se escuche nuestra voz pidiendo justicia: no más impunidad”.
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La activista Rosa Cruz Pech, fundadora de UADY Sin Acoso, resaltó que los protocolos en las escuelas son necesarios, pero funcionales, “no sirve que estén ahí simulando que hay, pero que no haya una reacción”.
Hizo un llamado también para no esperar a que los delitos ocurran, sino prevenir esto y que las mujeres detecten si son víctimas de algún tipo de violencia, pues señaló que en muchos casos no saben que la están viviendo, y si pueden denunciarla.
Sobre esto último, enfatizó que es necesario que las denuncias brinden resultados, que haya acompañamiento emocional y legal, el acceso a la justicia y la reparación del daño, pero también que pidan una disculpa pública.
“Últimamente se está escuchando que muchas autoridades e instituciones se están uniendo a combatir la violencia digital, mañana es un punto clave para saber si esto es cierto o es nada más otra simulación por su parte, esperamos que lo de Mónica tenga un resultado positivo para ella y eso va a sentar un precedente porque actualmente ves que no sirve de nada”, dijo, llamando a que mañana, en el juicio de control de Mónica, víctima de violencia digital, le otorguen una sentencia para el acceso a la justicia en su caso.
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Edición: Estefanía Cardeña
