Foto y texto: ACOM
La Jornada Maya
Mérida, Yucatán
Martes 20 de febrero, 2018
Ganaderos yucatecos ya iniciaron la prevención de afectaciones a las reses, ante el anuncio de sequía intensa para este año, además de que ya esperan los apoyos federales para este fin.
Luis Cepeda Cruz, presidente de la Unión Ganadera Regional del Oriente de Yucatán (Ugroy), recordó que los pronósticos para los próximos meses hablan de poca lluvia y calor intenso, lo que significa un riesgo para el ganado bovino de Yucatán que sufre ante dicho panorama.
Mencionó que el año pasado murieron unas 40 reses por el intenso calor y la falta de pastizales para alimentarse, por lo que este año ya se toman medidas preventivas para evitar el deceso de las reses.
"El ganado pierde mucho peso y a pesar de que se les alimenta con productos balanceados, si la sequía es prolongada, algunos animales pueden morir", externó.
Asimismo, reconoció que los incendios forestales amenazan los ranchos ganaderos, al perderse pastizales y sobre todo, ejemplares que huyen del fuego.
Otro problema que enfrentaron los ganaderos en 2017 fue la presencia de casos de derrengue o rabia en bovinos, padecimiento que es propiciado por murciélagos hematófagos, por lo que dejó en claro que será importante que las autoridades realicen campañas para erradicar a estos animales.
En cuanto a los apoyos que reciben, explicó que 4 mil 600 productores esperan la liberación de recursos del Programa Ganadero (Progan) a través de la Sagarpa, el cual les permite la adquisición de alimentos balanceados para el ganado en época de sequía.
Además, podrán hacer reparaciones y adecuaciones en sus ranchos, además de que podrán comprar medicinas y vacunas para el ganado.
Jueza adscrita al penal estatal de Chalco amplió a octubre la etapa del cierre de investigación
La Jornada
Unos 3 mil productores serán beneficiados con sistemas modernos y eficientes
La Jornada Maya
Robert De Niro recibirá una Palma de Oro honorífica en el evento
Ap / Afp
Amenazó con suspender bienes y salarios a los más de 10 millones de indocumentados
La Jornada