La vaquería es muy distinta de los montajes folclóricos: Benito Guevara

Katia Rejón
Foto: Samantha Nuñez
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Martes 15 de enero, 2018

“Una cosa es un montaje folclórico de la ciudad y otra muy distinta es presenciar una vaquería. Las personas de los pueblos la viven, la modifican y la aprenden de forma empírica; los bailarines de la compañía la difunden y la representan a otros países”, explicó Rigel Benito Guevara, productor de [i]Herraje y Patronos: Memorias sobre la Vaquería[/i], que se llevará a cabo el próximo sábado 19 de enero a las 19 horas en el Centro Cultural del Niño Yucateco (Cecuny), en el marco de su 25 aniversario.

La coreografía fue realizada por Armando Encalada, director del Ballet Tradicional Interdisciplinario Aires del Mayab, la cual organiza el evento. Encalada realizó parte de su formación artística y profesional en el Cecuny, de los 7 a los 12 años en baile folclórico, por lo que consideraron el espacio una sede ideal para el proyecto.

El objetivo de la obra interdisciplinaria es visibilizar la discriminación que sufren los jaraneros de los municipios, y la diferenciación que existe entre los bailarines y los bailadores.

“No hace mucho, un bailarín de folclore criticó a las mujeres de las vaquerías diciendo que cómo pueden usar ramilletes redondos en su ‘cabezota de lec’, es muy triste”, contó Guevara.

[i]En Herraje y Patronos: Memorias sobre la vaquería[/i] mostrarán cómo ésta ha ido cambiando. La evolución de los bailes tradicionales en Yucatán comenzó desde antes de la implementación de la compañía folclórica estatal como la conocemos actualmente y las últimas actualizaciones del baile se dieron dentro de los pueblos.

“Los jaraneros del municipio han vivido en rezago. Si tu vas a un lunes de vaquería al Ayuntamiento vas a ver algo muy distinto que en los pueblos. Ahí festejan a su santo patrono, se hacen los gremios, van a la casa de los bastoneros y reparten los tacos de cochinita. Luego toca la orquesta y bailan hasta las 5 de la mañana”, agregaron.

Compartieron que la idea del ballet folclórico surgió con Amalia Hernández, quien hizo un trabajo de investigación en varios estados de la República y realizó una “limpieza estética” y lo adaptó para llevarlo en escena.

El baile estará dividido en cuatro partes que mostrarán cómo ha cambiado la ropa, los pasos, la música y hasta el motivo de las fiestas del siglo XIX, la primera parte del siglo XX, la segunda parte del siglo XX, y ahora en el siglo XXI. Además, recrearán la coronación de Adriana Cauich, quien fue nombrada embajadora de Chablekal en una vaquería de 1983.

“Cuando la entrevistamos nos contó muchas cosas, que ahora las jaraneras bailan con zapatos blancos, pero en su época era distinto. También recreamos sus memorias, cuando la nombraron le pusieron una corona de perlas y unas zapatillas color amarillo con tacon de pirinola. Tratamos de conseguir unos parecidos”, comentaron.

Además de Adriana Cauich, participarán 15 bailarines de entre 15 y 28 años, algunos de los cuales son bailarines y otros, jaraneros que crecieron en las vaquerías. Estos últimos compartieron sus experiencias las cuales se retomaron para la coreografía.

Recordaron que tanto las compañías oficiales de folclor como los jaraneros que aprendieron de forma empírica son importantes. Con esta muestra, buscan compartir la ritualidad, teatralidad y memoria de los pueblos a los que pertenecemos.