¿Qué hacer ante un posible suicidio?

Como sociedad, estamos poco preparados para hacer frente al reciente aumento de suicidios en Yucatán: son pocas las personas que saben cómo proceder cuando alguien les comparte que tiene pensamientos suicidas o cómo darle el seguimiento sicológico correcto, asegura el terapeuta Joel Hernádez. 

El especialista en sicoterapia y ex coordinador del área de sicología de la Clínica de atención integral y rehabilitación de personas con problemas de salud mental y adicciones (Caiyrad) asegura que el suicidio va en aumento en Yucatán, pues, según las cifras más recientes, hasta el mes pasado habían sido registradas 170 muertes autoiflingidas, un número muy cercano a las 215 ocurridas durante todo el año pasado. 

“Dicho incremento se debe a una conjunción de factores sicológicos derivados de la pandemia, pero también a diversas problemáticas sociales que ya existían en la entidad previo a la llegada del nuevo coronavirus. Desde hace meses los especialistas del sector habíamos alertado de la coyuntura y los peligros que ésta representaba en materia de salud mental; ahora, las noticias confirman el pico en los intentos de suicidio a nivel estatal”, señala. 

Hernández revela que aunque el aumento es en sí mismo una causa de alarma importante, un fenómeno que las noticias recientes han puesto de manifiesto también llama la atención de los especialistas: la falta de conocimiento sobre cómo abordar a una persona con ideas suicidas. 

“Con el reciente auge en la cobertura de los intentos suicidas nos hemos dado cuenta que muy poca gente sabe cómo tratar a las personas que manifiestan dichos pensamientos. Esto es especialmente problemático, porque el pico que actualmente vivimos significa que estamos más expuestos a tener a alguien cercano que intente suicidarse”. 

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Cómo hablar con un posible suicida

Lo primero que debemos entender es que una persona que manifiesta pensamientos suicidas no necesariamente está planeando acabar con su vida. Hay una diferencia entre los pensamientos y la ideación suicida, y de este estado sicológico depende mucho el camino a seguir, señala el experto. 

“Conocer esta diferencia ayuda a trazar un plan de acción correcto, pues, que la persona no haya llegado a la ideación -el punto en el que ya está planeando formalmente cómo quitarse la vida- y que sólo lo esté pensando no significa que está fuera de riesgo, pero sí indica que aún estamos a tiempo de ayudarla sin mayor problema”, explica. 

En cualquiera de los casos, Hernández recomienda guardar la calma: si alguien nos comparte que ha pensado quitarse la vida o empieza a mostrar los patrones más conocidos de depresión profunda -sentimiento de alienación, tristeza o pérdida del sentido de la vida- lo primero que hay que hacer es acudir con un experto, para que este nos informe cómo abordar a la persona. 

“La ayuda sicológica es primordial, de eso no hay duda, pero es importante saber cómo proveerla. Lo primero que debemos hacer, después de asegurarnos que la persona no corre peligro inmediato, es acudir con un sicólogo o buscar ayuda a través de las líneas de emergencia para que nos digan qué sí debemos y qué no debemos decir o hacer”. Como después de un accidente, ejemplificó, si nos dejamos llevar por el pánico o la desesperación, podemos empeorar la situación. 

El sicólogo añade que siempre debemos evitar fungir nosotros mismos como terapeutas o utilizar técnicas “populares”, porque pueden resultar contraproducentes: “por ejemplo, tratar de convencer a la persona de que ‘la vida vale la pena’, de que ‘piense en sus seres queridos’ o por el otro lado, calificarlos de ‘débiles’ o ‘cobardes’, muy pocas veces funciona, porque lo único que logramos es que la persona se sienta culpable y refuerce su depresión, aumentando la raíz del pensamiento suicida”. 

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Ayuda a tiempo

Cuando identificamos con seguridad que la persona no ha llegado a la ideación y sólo tiene pensamientos suicidas, el acompañamiento y apoyo cordial son suficientes en primera instancia. Escuchar a la persona, hacerla sentir segura, además de canalizarla correctamente a los especialistas en salud mental, pueden evitar que los pensamientos avancen y que la muerte se consume. 

“En esta etapa, lo más importante es dejar fluir la comunicación. Hay que hacer sentir a la persona que está en un ambiente de confianza, que estamos ahí para ella sin juzgarla. Por eso, antes de forzar la ayuda sicológica debemos ser nosotros mismos los que acudamos a ella. Sólo a través de está formación personal sabremos cómo usar nuestros nexos personales con el individuo para ayudarlos a recibir el apoyo que necesita”.

Hernández finaliza señalando que en estos momentos en que vivimos una situación de salud mental muy complicada en la entidad, nuestra mejor arma contra el suicidio es la información: “actualmente, todos debemos mantenernos constantemente informados, conocer los teléfonos y servicios de emergencia y las técnicas correctas de apoyo que necesitaremos en caso de que alguna persona de nuestro entorno cercano presentara pensamientos negativos”. 

Si conoces a alguien que está pensando quitarse la vida, aquí ponemos a tu disposición algunos de los teléfonos y sitios en internet donde pueden brindarte información sobre los pasos a seguir para canalizar a la persona con los especialistas en salud mental:

Líneas de ayuda:

https://www.facebook.com/ECOescueladeconciencia

9991 10 1917

9 41 64 26

057

[email protected]

Línea gratuita de apoyo a la salud mental: 01-800-00-00-779.

Línea gratuita del IMSS: 800 2222 668 opción 4

Salvemos una Vida AC, 999-924-59-91.

Programa Integral para la Atención del Suicidio (PIAS), 9993-10-36-62 y al correo [email protected]

Alianza Nacional de Salud Mental (NAMI) 24 horas: 800-950-6264.

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Edición: Laura Espejo