Semilla Justa, tienda de productos agroecológicos en Mérida

Cuentan con venta en línea y con local físico en la colonia México
Foto: Semilla Justa

Fotos: Semilla Justa

Con la apertura de Semilla Justa, los productores y las productoras locales contarán con un nuevo espacio para vender sus cosechas en Mérida. Se trata de un esfuerzo que busca contribuir al bienestar de las más de 60 familias que integran el proyecto, promoviendo la economía circular y precios equitativos. La tienda física abrió sus puertas el lunes en la colonia México.

Santiago Pinzón Lizárraga, uno de los impulsores de la iniciativa y también productor, explicó que su familia lleva largo tiempo trabajando el tema de la agroecología, con la filosofía de evitar el uso de agroquímicos en la producción de verduras, granos y frutas, ya que por años han llegado a Yucatán frutos cultivados con agroquímicos, “envenenando” a la población.

Lamentó que en varias ocasiones estos métodos sean la única herramienta que muchos productores tienen a su alcance, pues incluso el gobierno los regala a través de sus programas de apoyo social, situación que ha acarreado severas afectaciones en la calidad de la tierra y el agua de la entidad.

“Entonces muchas de las verduras que consumimos tienen rastros de toxicidad por los mismos herbicidas y fertilizantes. Incluso se han tenido que crear semillas transgénicas que aguanten estas sustancias usadas en la agricultura”, explicó.

El productor detalló que, en lugares como los supermercados, las frutas y verduras que se expenden se cultivan de manera masiva, es decir, son ajenos a los pequeños agricultores que hacen un esfuerzo por limpiar la tierra con coa, machete y azadón, evitando así el uso de sustancias dañinas.

Cosechas orgánicas a precios justos

 

 

Es en ese contexto que nace Semilla Justa. Primero para tener alimentos sanos, agroecológicos y amigables con el medioambiente; y también para que se reconozca el valor del trabajo de los productores locales, para que así, cuenten con un espacio para comercializar sus cosechas orgánicas a precios justos.

“Todos hemos escuchado historias en las que después de los grandes esfuerzos en cultivar de manera orgánica, llegas a la casa del pueblo y te rematan -el chile habanero, por ejemplo- a 15 pesos el kilo; a 300 pesos el huacal, cuando te costó casi lo mismo hacerlo”, condenó.

Santiago Pinzón acusó que los grandes intermediarios, o “coyotes” no respetan el trabajo de los productores, pues buscan su ganancia sin pagar precios equitativos. Aclaró que con esta iniciativa no buscarán acabar con este modelo de negocio; sino generar un nuevo punto de venta para llegar directo al consumidor.

“Con precios que sean razonables para nosotros; y justos para los compradores, porque luego el que consume productos orgánicos paga hasta cuatro veces más de lo que valen y eso es pura mentira. Los precios son muy similares”, expuso.

Pese a lo anterior, el costo de estos productos sustentables sí incrementa un poco, pues el hecho de prescindir de químicos propicia que el trabajo se haga de forma manual y con soluciones basadas en sustancias naturales, “aunque tampoco es para pagar el doble por las cosechas”, reiteró.

Difícil que productores encuentren espacios

 

 

Por su parte, Leandro Pasquier, uno de los Socios de Semilla Justa, esbozó las dificultades que pasan las y los productores en Yucatán tratando de encontrar un lugar en donde comercializar sus cosechas, sobre todo en las comunidades más alejadas de Mérida, en donde los costos logísticos terminan “comiéndoselos” injustamente.

“Por eso más que como una tienda, nosotros nos identificamos como una plataforma en la cual vinculamos a los productores con sus clientes. Nuestra propuesta de valor principal es el productor, que la gente sienta que es a ellos a quienes les compran; y no a un supermercado”, acotó.

Además de esta conexión con potenciales compradores, Semilla Justa tiene un profundo compromiso con el desarrollo de las comunidades mayas y sus cooperativas. Entre sus actividades está el ayudarlas a calcular el precio de su producción y acompañarlos durante todo el proceso.

Leandro, quien es oriundo de Argentina, explicó que en un futuro buscarán trabajar con otros productores locales que cumplan con los criterios que han establecido a fin de garantizar la calidad de los insumos, alejados de certificaciones comerciales.

“Llega varia gente buscando productos sanos, de semillas no transgénicas, orgánico, sano, limpio y vimos la necesidad de que los productores cuenten con espacios para vender. Así se formó el grupo de 60 familias que juntos decidimos prescindir de los intermediarios”, añadió Santiago.

Certificaciones benefician a empresarios

 

 

En cuanto al tema de las certificaciones, Santiago recalcó que la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) las creó; y para obtener el sello de productor orgánico solicitan una serie de parámetros que beneficiaban a los grandes productores, dejando en el olvido a los pequeños que no pueden cumplirlos.

“La primera situación con la certificación orgánica es que tienes que contratar a una empresa particular para hacer todas las auditorías y alcanzarla, para ello hay que tener a la mano un montón de dinero, que no alcanzará con lo poco que se produce”, apuntó.

Además, en la certificación resulta que, si “pasa un perro” que cuida el huerto, ellos argumentan que hay animales y ya no será posible obtenerla a razón de esos lineamientos gubernamentales, que, recalcó, están pensados en beneficio de los empresarios.

Dichos distintivos tienen un precio de uno a dos millones de pesos por producto, es decir, si un pequeño productor quisiera registrar cada producto de su espacio, tendría que cubrir dicho monto.

“Ante esto, Slow Food, para vender productos sanos creó su propia certificación y que sus productores se sujeten a parámetros de buenas normas; e implementaron un sello que logró la confianza del consumidor, y es lo mismo que hacemos en Semilla Justa”, concluyó.

Semilla Justa

Semilla Justa trabajará bajo dos esquemas. La tienda en línea que permitirá comprar las cajas -a domicilio- con diversos insumos como huevos de libre pastoreo, tortillas a mano de maíz criollo, entre otros; y la tienda física que abrirá este lunes en la calle 8 No.54 por 21 y 23 de la colonia México, al norte de la capital yucateca.

La tienda en línea se puede visitar a través del portal semillajusta.com; y en el establecimiento físico se contará con todas las medidas sanitarias dictaminadas por las autoridades.

Edición: Ana Ordaz


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