“A veces tengo miedo porque me muevo despacio y con dificultad subo o bajo del camión, y ellos todo el tiempo tienen prisa”, cuenta Rosario Alcocer, una señora de la tercera edad
Jorge López señaló que siempre es lo mismo, “en tiempo de elecciones los políticos dicen que van a mejorar el transporte, que lo van a modernizar; pero regresamos a lo mismo: camioneros que no hacen paradas.”
Verónica Camacho Chávez
Mérida, Yuc; a 18 de abril de 2015. A pesar de los más de 13 millones de pesos que el gobierno de Yucatán ha invertido en apoyo a los concesionarios del transporte público, para modernizar sus unidades y mejorar sus servicios, estos esfuerzos no han sido suficientes para que evitar la odisea que día con día viven los usuarios.
La Jornada Maya realizó un sondeo por varias de las rutas que a diario transportan a cientos de personas, principalmente en las horas pico: por la mañana de 7 a 10, cuando muchos usuarios se disponen a llegar a sus trabajos o escuelas; de 12 a 4 de la tarde, tiempo en que muchos estudiantes salen o entran a sus centros de estudios, y de 5 a 9 de la noche, hora de salida de los centros de trabajo.
Jimena Camacho sale de su casa a las 6:15 de la mañana para lograr llegar a su secundaria Aureliano Pinto, en la colonia Francisco de Montejo, a las 7 horas. “Tomo el Circuito Metropolitano; en muchas ocasiones los camiones pasan llenos y no nos hacen parada. Tenemos que esperar hasta que alguno nos lleve; ha habido ocasiones que llego tarde a la escuela”.
Carlos Pech vive en la colonia Bojórquez, pero la sucursal de una ferretería donde trabaja está por Plaza Fiesta. Necesita tomar un camión al centro y de ahí otro que lo lleve a su centro de trabajo o una ruta que lo acerque a tomar el Circuito Poniente. “En ocasiones hago una hora para llegar a mi trabajo; a veces depende del tráfico y en otras que el camión no esté lleno para que me hagan parada. En ocasiones los choferes dejan llenar los camiones, nos amontonan y lo peor es que se van correteando entre ellos para ver quién gana más pasaje”.
Rosario Alcocer, una señora de la tercera edad, tiene que tomar su camión para ir su revisión médica en el IMSS La Ceiba; ella vive en Chenkú. “A veces tengo miedo porque me muevo despacio y con dificultad subo o bajo del camión, y ellos todo el tiempo tienen prisa; sólo siento cómo termino de bajar y está acelerando para seguir su ruta. Pienso que puedo caer, pero no todo el tiempo me pueden llevar mis hijos, ellos trabajan”.
Jorge López señaló que siempre es lo mismo, “en tiempo de elecciones los políticos dicen que van a mejorar el transporte, que lo van a modernizar; pero regresamos a lo mismo: camioneros que no hacen paradas. Yo tomo el Circuito Metropolitano, que es de una sola tarifa, 7 pesos, porque tiene aire acondicionado, pero en muchas ocasiones no sirve o no se siente porque con el calor del día, y luego que estamos como sardinas, termina uno ahogado como en una olla de presión. Lo peor es que pasan dos o tres camiones a las 12 o una de la tarde y no hacen parada, hasta el cuarto camión logra uno subir; no sé si están cambiando choferes, pero yo he tenido que esperar hasta 30 minutos en el paradero”.
En Mérida son más de 150 rutas que recorren la ciudad en los cuatro sentidos, además de los cuatro circuitos. El pasaje tiene un costo de 7 pesos para adultos y 3 para estudiantes, menores y personas de la tercera edad.
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