La sociedad moderna actual, plagada de mercadotecnia, nos empujan a aspirar a una felicidad aparente, efímera y momentánea, a través bienes materiales, del poder económico y cosas superficiales, sin embargo, este 20 de marzo, Día de la Felicidad, la pandemia del Covid-19 brinda una oportunidad para reflexionar y dar mayor importancia a nuestros seres queridos, pero sobre todo, a la vida.
“Primero debe estar el ser y luego el tener, no al revés: la felicidad no está en las cosas, está en nosotros, quién soy como persona, en el tiempo que compartimos con nuestros seres queridos, en la mente, para estar en paz”, indicó Elías Alfonso Góngora Coronado, responsable del Centro de la Felicidad y Bienestar de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).
Finlandia es el país más feliz del mundo, seguido de Dinamarca y Suiza, según una red de investigación respaldada por las Naciones Unidas (ONU). La satisfacción finlandesa surge de unos altos niveles de confianza, que también constituyen la base de la sólida clasificación del resto de la región nórdica, dijo la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible en el Informe de felicidad mundial publicada este viernes.
México se ubica en el puesto número 24 a nivel mundial antes de países como Taiwán, Uruguay y Arabia Saudita.
¿Se puede ser feliz en esta etapa de crisis sanitaria, donde se han detonado el desempleo, las enfermedades, los fallecimientos y la salud mental, entre otros problemas? Para el doctor en sicología, esta emergencia sanitaria pone a prueba al ser humano para ser feliz, los obstáculos, las adversidades y situaciones difíciles son una manera para determinar cómo podemos alcanzar este grado de bienestar. “El ser humano es capaz de adaptarse y de superar lo difícil, de empezar de nuevo, enfrentar los miedos”, expresó.
Si bien muchas personas obtienen una felicidad en las cosas materiales, éstas sólo ofrecen una felicidad efímera y momentánea, que sólo se basan en el obtener para llenar un vacío que hay, pero cuando uno deja de tener estas cosas, se enfrentan con una caída severa.
“Hay circunstancias que nos pueden hacer sentir bien y pensar que somos felices, pero lo material se termina, no nos da una felicidad completa. No quiere decir que sea malo, el problema es cuando centramos nuestra felicidad en eso”, explicó.
Está bien tener dinero, aclaró, siempre y cuando uno le invierta tiempo a uno mismo y a los demás que quiere, sin embargo, indicó que hay cosas más importantes y valiosas como estar con sus seres queridos y en paz con uno mismos: cuidando nuestra salud física, mental y social.
Góngora Coronado indicó que la pandemia es una oportunidad para aprender y reflexionar sobre qué estamos haciendo en el mundo, para pensar en familia, ver qué otras cosas se pueden hacer y reinventarnos.
“Valorar más la vida, el tiempo que tenemos para dedicar a nuestros semejantes. No es aceptar la pandemia, no la queremos, pero qué voy a hacer y qué provecho le voy a sacar a esta situación”, especificó.
El también académico de la Facultad de Psicología de la UADY, señaló la importancia de quietarle peso a lo pasajero, a lo material, y enfocar nuestros bienestares al cuidado de nuestra vida, de nuestra salud, los espacios para respirar aire puro. “La vida es sumamente valiosa, pero es frágil”, manifestó.
Por último, el experto invitó a las personas a pensar en nosotros mismos: preguntarnos quién soy, qué quiero realmente, qué me hace feliz, y qué quiero de la vida. “Conocernos nos ayuda a cuidarnos a protegernos, salir al patio y contemplar las estrellas, y pensar sobre estos temas y valorar el tiempo que tenemos con las personas que amamos”, concluyó.
Edición: Laura Espejo
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