Hubert Carrera Palí
Foto: Afp
La Jornada Maya
San Francisco de Campeche
Lunes 29 de mayo, 2017
Se agotó la buena fe en la consulta indígena por siembra de soya transgénica, coincidieron 29 comunidades que decidieron suspender la sexta de la fase de la misma, efectuada este pasado fin de semana en Hopelchén, al considerar que no existen garantías de seguridad y civilidad para llevarla a cabo, con lo que abortó también la elaboración del protocolo que seguirían las sesiones posteriores.
Desde muy temprano, soyeros y menonitas arribaron en varias camionetas a las instalaciones del centro cultural de Hopelchén. Previo al registro de asistentes, Pedro Armentia, titular de la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), y Sol Ortiz, representante de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem) sostuvieron un diálogo con los soyeros, en el que la funcionaria federal se comprometió a llevar sus inquietudes a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), dejando entrever el interés de favorecer la siembra de soya transgénica.
Leydi Pech, representante de Ich Ek, refirió: "nosotros en este momento suspendemos la consulta, pues no hay condiciones", y pidió asentar en el acta que no se garantizó la seguridad, al permitir de nueva cuenta el ingreso de los soyeros, quienes en reiteradas ocasiones han generado conflictos y esta vez no fue la excepción.
La representante maya declaró que las autoridades no están haciendo su trabajo, toda vez que la SCJN suspendió la siembra de transgénicos hasta el término de la consulta, sin embargo esta actividad ilícita ha continuado, y agregó que el Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) tampoco cumplió con la entrega de los informes del monitoreo que habían sido acordados y asentado en acta de sesiones con valor vinculante.
Representantes de comunidades mayas aseguraron que el diálogo está roto. La postura de las autoridades federales es pasar de la negociación con con ellos a la fase informativa comunidad por comunidad, como ya habían hecho en la localidad de Iturbide y Dzibalchén, sesiones en la que sólo participaron los interesados en la siembra de oleaginosa transgénica.
En un punto, la discusión se centró en la validez de la representatividad de cada uno de los integrantes de las comunidades mayas. Sol Ortiz argumentó que no todos contaban con acta de asamblea que avalara su representación legal; en contraste, las comunidades reviraron que las autoridades federales han incurrido en una inejecución de la sentencia de la SCJN, al permitir la siembra de soya transgénica en la región.
Jorge Fernández Mendiburu, asesor legal de las comunidades, refirió: "No se salvaguardaron las condiciones a pesar de antecedentes de que un grupo de personas han estado asistiendo a las reuniones y generando conflictos; parece que la intención de la autoridad es que no se realice la reunión”.
Durante la sesión, Sol Ortiz cedió la palabra a José Fernando Chan Canché, representante de Chencó, quien se deslindó de las comunidades quejosas argumentando las bondades de sembrar transgénicos en la región. Esto fue catalogado como un montaje para favorecer la postura de las autoridades en defensa de la siembra de OGM.
La reunión que se prolongó por más de cuatro horas. Policías municipales estuvieron resguardando el recinto, ante la tensión que se vivió por momentos entre soyeros y opositores al transgénico.
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