El gobierno cubano elevó el martes a siete el número de muertos tras el paso de la tormenta tropical Óscar en el extremo oriental de la isla.
El presidente isleño, Miguel Díaz-Canel, informó en su cuenta de X que la séptima víctima mortal se ubicó en la localidad de Imíaz, en la provincia de Guantánamo, la más castigada por el fenómeno metereológico.
"Lamentamos profundamente y trasladamos nuestras más sentidas condolencias a familiares y amigos. Puntualizamos las afectaciones por cada área, las acciones que se acometerán tan pronto sea posible iniciar la fase de recuperación, así como los recursos necesarios en función de la protección al pueblo y el resarcimiento de los daños en el menor tiempo posible", escribió el mandatario cubano.
Óscar, que entró en Cuba como huracán de categoría 1 (de 5) en la escala Saffir-Simpson el domingo por la tarde, pasó algo más de 24 horas sobre la isla, acompañado de fuertes vientos, intensas lluvias y marejadas.
Según el Instituto de Meteorología (Insmet) tocó tierra cerca de Baracoa a las 18:10 hora local del domingo y abandonó el territorio cubano por las proximidades de Gibara sobre las 19:20 hora local de este lunes.
Por el camino, Óscar ha dejado en Cuba fuertes vientos, de hasta 130 kilómetros por hora; intensas lluvias, con acumulados de hasta 300 milímetros en 24 horas; y marejadas que han provocado penetraciones inéditas en algunas ciudades costeras como Baracoa.
No obstante, su paso por Cuba ha debilitado notablemente a Óscar, que en la actualidad va acompañado por vientos de entre 30 y 45 kilómetros por hora. Las lluvias y tormentas eléctricas de este fenómeno seguirán afectando en las próximas horas a la isla caribeña, especialmente en áreas montañosas, según el Insmet.
Los evacuados se cuentan por miles y son cuantiosos -aún sin evaluar- en infraestructuras públicas, viviendas y la agricultura, especialmente el café.
Óscar es la decimoquinta tormenta tropical de la actual temporada ciclónica en el Atlántico y la primera que toca tierra en Cuba.
Los servicios meteorológicos de Estados Unidos y Cuba alertaron hace meses de que esta temporada de huracanes en el Atlántico, que abarca del 1 de junio al 30 de noviembre, iba a ser especialmente activa.
La última vez que un gran huracán golpeó a Cuba fue en septiembre de 2017, cuando Irma avanzó de forma paralela a la costa norte de la isla y causó 10 muertos y pérdidas materiales valoradas oficialmente en 13 mil 185 millones de dólares.
Cuba restablece el suministro eléctrico
El operador de la red eléctrica cubana informó el lunes que había restablecido el suministro eléctrico en algunas zonas de La Habana, tras el cuarto gran fallo de la red en 48 horas, mientras la tormenta tropical Oscar azotaba el extremo oriental de la isla.
El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, dijo que los técnicos estaban trabajando cuidadosamente para evitar otro colapso eléctrico dadas las "complejas" circunstancias.
"Lo menos que queremos es que por la avería en una línea es que se nos caiga el sistema", dijo De la O Levy.
Las autoridades energéticas cubanas dijeron más temprano que estaban suministrando a la red unos 700 megavatios, o una cuarta parte de la demanda de un día normal, a media mañana. Y añadieron que habían restablecido el suministro eléctrico en 56 por ciento de La Habana a mediodía.
También se había restablecido la electricidad en algunas provincias periféricas de la mayor isla del Caribe.
El gobierno comunista de Cuba cerró las escuelas y las industrias no esenciales hasta el miércoles, mientras continuaban los trabajos.
La red eléctrica nacional de Cuba colapsó por primera vez el viernes, antes de la llegada de Óscar, tras el cierre de la mayor central eléctrica de la isla, que dejó sin electricidad a 10 millones de personas.
Desde entonces, la red ha fallado total o parcialmente en tres ocasiones, lo que subraya el precario estado de la infraestructura del país y pone en vilo a muchos cubanos, que ya sufren una grave escasez de alimentos, combustible y medicinas.