Dora Villanueva
México es el país de América Latina y el Caribe donde más se redujeron la pobreza y la pobreza extrema durante la última década, pero aún 10 por ciento de la población con mayores ingresos acapara una tercera parte del ingreso nacional, mientras el 10 por ciento más pobre se queda apenas con 2 por ciento. La desigualdad podría ser mayor si se toman en cuenta registros tributarios y cuentas nacionales, reportó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
El país, junto a Brasil, inclinó la balanza en la baja de la pobreza en toda la región, particularmente en el último año. “En México, de los tres puntos porcentuales de reducción, dos puntos se explican por una mejora en los salarios, impulsados en buena medida por el fuerte incremento del salario mínimo, que fue de alrededor de 135 por ciento real entre 2018 y 2025”, explicó José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Cepal.
Durante la presentación del Panorama Social de América Latina y el Caribe 2025, el economista abundó que si bien las remuneraciones en el mercado laboral llevaron la batuta en la reducción de los indicadores de pobreza, también contribuyeron las becas universales, las transferencias a poblaciones vulnerables y la ampliación de pensiones a adultos mayores.
De acuerdo con datos de ingreso recuperados por el organismo, el año pasado México cerró con una reducción de 0.6 por ciento en pobreza extrema y de 3.1 por ciento en pobreza general. El caso mexicano fue determinante para inclinar la balanza en toda la región y fueron los incrementos salariales, por encima de la transferencias de gobierno, los que en mayor medida explicaron esta reducción en las carencias por ingresos, puntualizó la organización.
Uno de cuatro en pobreza
El informe de la Cepal reporta que hasta el año pasado 25.5 por ciento de la población latinoamericana (162 millones de personas) se encontraba en pobreza por ingresos, 2.2 puntos porcentuales menos que en 2023 y el valor más bajo desde que hay datos comparables. A la par, la pobreza extrema cubrió a 9.8 por ciento de la población (62 millones de personas) en 2024, lo que representa 0.8 puntos porcentuales menos que el año anterior, pero estos niveles se encuentran 2.1 puntos por encima de lo registrado en 2014.
La reducción de pobreza en América Latina durante 2024 “se explica principalmente por México y, en menor medida, por Brasil, que aportaron 60 por ciento y 30 por ciento de dicha disminución, respectivamente. En el caso de la pobreza extrema, estos países contribuyeron con 49 por ciento y 31 por ciento de la reducción, respectivamente”, apunta el informe.
Salazar-Xirinachs sostuvo que si bien esta contribución de México y Brasil a la reducción de la pobreza en la región se debe al peso demográfico de ambos países –los más poblados de América Latina y el Caribe–, a ello se suman las políticas salariales y de transferencias que se aplican en ambos países, a fin de reducir las carencias sociales.
Desigualdad “extrema”
Aún con las reducciones en los indicadores de pobreza y pobreza extrema –impulsadas por los incrementos en las remuneraciones y los programas sociales– la desigualdad persiste en México y en el resto de los países de la región.
“La concentración del ingreso sigue siendo extrema en América Latina, ya que 10 por ciento más rico capta 34.2 por ciento del ingreso total, mientras que 10 por ciento más pobre solo alcanza 1.7 por ciento”, expone el informe de la Cepal. El organismo indica que si bien hay una “lenta tendencia a la reducción”, esta brecha es la segunda más alta del mundo, sólo por debajo de África Subsahariana.
“Mediciones más completas, que agregan información de encuestas, registros tributarios y cuentas nacionales, sugieren que la desigualdad es aún mayor: la participación de 10 por ciento más rico superaría 50 por ciento del
ingreso total en promedio en la región”, puntualizó el organismo en su informe.
México: Más ricos vs. más pobres
En el caso de México, 10 por ciento de la población con mayores ingresos acapara de 33.5 por ciento del ingreso nacional, mientras 10 por ciento más pobre se queda apenas con 2 por ciento. Esto pese a que el país ha liderado la reducción de la pobreza y pobreza extrema en la última década, lo que a su vez ha resultado en una reducción de 14 por ciento en la desigualdad durante el mismo periodo.
“Entre 2014 y 2024, la mayoría de los países de América Latina registró una tendencia a la baja en las tasas de pobreza y pobreza extrema, y el efecto fue más marcado en la pobreza total que en la pobreza extrema. México destaca como el país que logró las reducciones más significativas en pobreza (promedio anualizado de 2.3 puntos porcentuales) y pobreza extrema (0.8 puntos porcentuales)”, explica el documento de la Cepal.
A la vez, el índice de Gini en el país se acortó de 0.50 a 0.43, pero este indicador que mide la desigualdad y los de carencias sociales podrían estancarse en medio del curso de la economía global.
Alberto Arenas, director de la División de Desarrollo Social, dijo en conferencia de prensa que la reducción en los flujos de remesas –que según el acumulado a septiembre llevan una contracción anual de 5.5 por ciento– “puede llegar a tener efectos” en la tasa a la que se reduce la pobreza; a la par, las transferencias gubernamentales no desplazan la necesidad de políticas de largo plazo para erradicar la pobreza multidimensional.
En ese punto, para toda la región, la Cepal, recomienda reducir la desigualdad educativa; crear empleos de calidad; avanzar en la igualdad de género y la sociedad del cuidado; enfrentar la discriminación y el respeto a los derechos humanos de las personas con discapacidad, pueblos indígenas y personas migrantes; y seguir fortaleciendo la institucionalidad social y su financiamiento.
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Edición: Mirna Abreu