Por un lado la computadora, el teléfono y la internet son las herramientas que nos sirven para comunicarnos y estudiar en medio de la pandemia; y por otro lado, son los instrumentos que han propiciado una generación de niños “huérfanos digitales” que se sienten abandonados y son desatendidos por las horas que dedican a la tecnología, afectando su autoestima y violando muchos de sus derechos fundamentales, señaló la secretaria ejecutiva del Sistema Nacional de Protección para Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) en Quintana Roo), Norma Salazar Rivera.
Explicó que el término “huérfanos digitales” fue propuesto antes de la pandemia por la sicóloga Alejandra Corona relacionado al uso de las herramientas virtuales que como en su momento ocurrió con la televisión “son las niñeras”. Sin embargo, en el contexto de la pandemia considera “algo paradójico” que por un lado sean las tecnologías de la información que sirven en la nueva normalidad, pero que por otro, sean las responsables de la desatención y vulneración hacia niñas, niños y adolescentes.
“Es una situación que a todo el mundo nos tomó por sorpresa, y por eso hemos insistido en cuidar mucho esto y enfocarlo sobre los derechos que tienen las niñas y los niños, que es el derecho de prioridad en el que deben ser el centro de atención de madres, padres y cuidadores (…) deben vivir en condiciones de bienestar y sano desarrollo con con cuidados cariñosos y libres de estrés tóxico”, precisó Salazar Rivera.
A ello le sumó que la omisión de cuidados es una forma de maltrato hacia los menores de edad; además dijo, el derecho a la protección a la salud se viola cuando éstos tienen una vida sedentaria, sin alimentación sana y sobre estimulación por lo que ve en redes sociales u otros medios.
Norma Salazar refirió que los menores tienen derecho a la educación, por lo que es importante que conozcan lo que ven; y en cuanto al derecho de descanso y esparcimiento, las madres, padres y cuidadores deben garantizar que ellos tengan espacios de juego, de socialización y actividades en equipo.
“Las redes sociales más importantes a las que deben tener acceso es a las redes familiares, y en eso hemos estado insistiendo que las únicas herramientas son el acceso a internet a través de diferentes aparatos que son una opción para hacer llegar el derecho a la educación, vamos a tener que armar estrategias para que esto tome nuevamente su cauce y haya sana convivencia fuera de los medios digitales”, afirmó Norma Salazar.
La secretaria ejecutiva del Sipinna reiteró la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que los menores de dos a cuatro años solo tengan máximo una hora de tiempo en pantalla.
Finalmente acotó que es importante el contacto y vínculo con los menores, pues de lo contrario se daña su autoestima; a esto se suma la tecnoinferencia que es la distracción de los padres y madres con la tecnología y que interfieren en los procesos de sociabilización familiar. Se estima que nueve de cada diez madres y padres que usan tecnologías lo hacen.
Edición: Enrique Álvarez
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