Con una serie de ensayos nacidos desde reflexiones personales, la escritora Dahlia de la Cerda pretende reafirmar la postura que tuvo desde su primer libro de que las feministas son personas comunes, imperfectas y que incluso también pueden ser agresoras.
“Las feministas somos personas y también podemos ser mala onda, también podemos ser corruptas, también podemos ser violentas y creo que lo podemos ver conmigo porque yo sí he sido violenta, he sido mala onda, he hecho cosas que a lo mejor son cuestionables, pero también lo podemos ver de las reacciones hacia mí: recibo odio de un montón de feministas que sobre todo las que se quejan de que nos están borrando, pero hacen justamente lo que quieren que no se haga que es silenciar a las mujeres y no creerles”, comenta en entrevista con La Jornada Maya.
Perras de reserva fue la primera prueba de fuego para Dahlia, con esta novela recibió odio y amor por igual y encontró que podía manejar los ataques porque eran menos relevantes que toda la aceptación que sus lectoras le manifestaron.
Ahora, con Desde los zulos, libro que presentó en la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (Filey) decidió arriesgarse a publicar una postura más personal a través de ensayos.
“Hablo más acerca de mí misma, uso la autoficción para sucesos simultáneos de mi vida, pero también es un libro donde hablo de feminismo, posturas políticas, cuestiono un poco el feminismo. Este es más personal y Perras de Reserva es ficción”.
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La escritora confiesa que tuvo miedo antes de publicar debido a las reacciones negativas que provocó su primer libro, pero finalmente se animó gracias al éxito que tuvo.
“Si se enojan, se van a quedar con el coraje, pero yo ya no voy a ceder espacios”.
Desde los zulos abona a derribar la idea de que las feministas por el simple hecho de estar en la lucha son buenas personas, panorama que presentó en Perras de Reserva.
“Ser feminista no garantiza que vas a ser una persona ética, ni congruente, ni que te vas a preocupar por otras. Eso quiero visibilizar, que las feministas somos personas”.
Ella incluso lo vive en carne propia con sus detractoras. A través de redes sociales ha recibido comentarios agresivos de otras mujeres sólo por no manifestar las mismas posturas que ciertos grupos.
“Las feministas dicen ‘por qué le siguen dando espacios’, ‘ya cállenla’ y es lo que dicen que no se debe hacer con una mujer: silenciarla y es lo que constantemente están pidiendo para mí. Hay muchas feministas que quisieran, yo pienso que incluso verme muerta porque les molesta que me sigan dando espacio, que siga publicando libros, eso las mortifica mucho. Es una contradicción feminista”.
Dahlia manifestó que seguirá cuestionando discursos antiderechos, aunque eso signifique tener que tolerar discursos de odio.
Además, anunció que está trabajando en Que suene el Boom, un proyecto personal de difusión cultural y artístico que sale de espacios marginados y que están siendo exitosos.
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