'El menonita zen' explora las formas narrativas y juega con los modelos del relato

El humor, ácido y negro, sigue siendo el sello de Carlos Velázquez
Foto: Facsímil

En su reciente libro de cuentos, El menonita zen, Carlos Velázquez explora las formas narrativas y juega con los modelos del relato. De nueva cuenta, los temas y los personajes del libro están fuera de lo convencional, sin que esto sea el único distintivo. El humor, ácido y negro, sigue siendo el sello de la casa.

“Con este libro se inaugura una nueva etapa, aunque retomo algunos de los temas que ya he tratado como la paternidad, la obesidad, las relaciones conflictivas, pero hay una exploración distinta”, comentó el escritor, en entrevista con La Jornada Maya.

Como autor, aquello que lo ha distanciado de las temáticas de moda, y que ha puesto a su literatura en un lugar especial, ha sido el humor.

“En estos tiempos de corrección política me parece muy importante que se preserve el espíritu que ha avivado mi obra desde el principio. Cuando yo llegué a la literatura había una corriente dominante que era la narconarrativa o la narconovela. Yo me desprendí de eso, y como autor del norte, fue difícil. Ahora hay mucha literatura sobre la paternidad y la maternidad y todos estos temas que están de moda. Yo me he mantenido al margen y sigo escribiendo mi proyecto literario, que me ha permitido moverme con cierta libertad”.

Respecto a esta nueva serie de relatos, distribuidos a lo largo de las 272 páginas de la editorial de Océano, Velázquez reconoce que hay una búsqueda diferente, fuera de las normas formales que heredó de autores estadunidenses, y que distinguen sus propuestas anteriores.

“Hay un relato de 60 páginas que gracias al cielo nadie me ha dicho que se trata de una novela. También hay un cuento que se llama La biografía de un hombre por su color de piel, en el que la historia está contada de manera coral, imitando a estas biografías de músicos o de esos libros que cuentan historias sobre biografías de forma coral. Lo que hice fue llevarlo al territorio del relato, algo que creo que no se había hecho al menos aquí en México hasta el momento, entonces en esta historia junté una serie de testimonios de personajes ficticios, que cuentan la historia de un músico desaparecido que es una leyenda del rock nacional”.

En las historias de Velázquez es singular la multiplicidad de personajes y, en este libro, aborda la búsqueda espiritual de un menonita. 

“Me parece que los menonitas son personajes de los que se ha hablado muy poco, esta historia luchó mucho por salir y se relaciona con la búsqueda espiritual que ahora está de moda. A mí me interesa mucho explorar todas esas personas y temas que no son comunes dentro de la literatura mexicana, pero tampoco estoy buscando freaks, sino cosas que encajan dentro de lo que yo ya vengo manejando en mis libros de relatos desde el libro La marrana negra”.

La frontera, las contradicciones personales y el suicidio son algunos de los temas en esta nueva compilación de relatos.

“El asunto del suicidio es algo en lo que no había pensado hasta hace relativamente poco. Surgió más que nada por mi contacto con el cuento El Ruletista de Cărtărescu, para mí, de lo que trata el cuento, es de cómo la muerte te elige a ti y no tú a ella, porque la historia se trata de alguien que se quiere matar y no puede, entonces yo quise trasladar esto a otro escenario y pensé en un personaje que se quiere morir, pero no lo consigue y hace todo lo que puede para cumplir esa fantasía”.

Uno de los ingredientes que no pueden faltar en la literatura de Carlos Velázquez es la música, en El menonita zen, gran parte del libro vuelve hacia esta temática, que también cumple una función.

“Mi libro anterior era de crónicas sobre música, cuando me senté a escribir éste, digamos que me quedé como enchufado. Empezaron a salir estas historias sobre música que son el cuarenta por ciento. Esto fue muy importante al momento de pensar en la estructura del libro. Porque pensé que estos cuentos sobre música bien podían convivir con los otros de temáticas distintas”.

Carlos Velázquez es un lector voraz de cuentos, vuelve con frecuencia a los relatos de sus autores predilectos que aún siguen abriéndole el camino hacia historias y formas de contar nuevas. Entre estos: El blues de Johnny de James Baldwin, El aprendiz de brujo de Rodrigo Fresán y Fantasía para once dedos de Ben Fountain.
 

Lee también:  

Pedro J. Fernández reconstruye a Maximiliano de Habsburgo en su más reciente libro

El libro es una tecnología perfecta: Didí Gutiérrez

Libros de bolsillo contra libros electrónicos

Sostener los afectos y complejizar la mirada de la ausencia

 

Edición: Estefanía Cardeña


Lo más reciente

Hallan el cuerpo de una quinta víctima tras derrumbe del puente de Baltimore

Miguel Ángel Luna era un trabajador de la estructura al momento del hecho de hace más de un mes

Efe

Hallan el cuerpo de una quinta víctima tras derrumbe del puente de Baltimore

La mañanera y las narcoetiquetas

Astillero

Julio Hernández López

La mañanera y las narcoetiquetas

Exigen a Máynez no declinar

Dinero

Enrique Galván Ochoa

Exigen a Máynez no declinar

La 'mañanera' de AMLO de hoy, 3 de mayo de 2024

Presentan Informe de Refinación de Pemex

La Jornada Maya

La 'mañanera' de AMLO de hoy, 3 de mayo de 2024