Cuenca Cárstica Mirador-Calakmul, el primer estado geográfico maya

Ubicada entre la Biosfera del Petén Guatemalteco y la Reserva de la Biosfera de Calakmul en México, la Cuenca Cárstica Mirador-Calakmul podría ser el primer estado geográfico maya; tiene 996 asentamientos prehispánicos mayas hallados, más antiguos incluso que Calakmul y Edzná (en Campeche), así como Chichen Itzá (en Yucatán) y Tulum (en Quintana Roo), por lo que el arqueólogo en jefe de la expedición, Richard D. Hansen, asegura este hecho rescribirá la historia de los mayas, ante un proceso migratorio que podría dar explicación a la supuesta desaparición de los primeros ancestros.

La Cuenca Cárstica, formada por cientos de cuerpos de agua que se conectan entre 996 asentamientos, que llegan desde Guatemala a México, dará una amplitud del comportamiento de los antiguos mayas, y también demuestra cómo de una cultura amigable y negociadora, pasó a una cultura de guerra y salvajismo, hasta el punto de los sacrificios humanos, pues hallazgos arquitectónicos y de piezas prehispánicas demuestran intercambios con los olmecas y tlaxcaltecas.

Richard D. Hansen es un arqueólogo y mayista americano, lleva más de 40 años trabajando el proyecto de la Cuenca Cárstica del Mirador, es decir, casi la mitad de su vida ha trabajado en la selva maya del Petén guatemalteco, debido a los hallazgos de 996 asentamientos del preclásico maya itzá y más de 170 kilómetros de caminos labrados de piedra que funcionaron como rutas de interconexión, comercio, y otras actividades como la agrícola.

Los basamentos tienen arquitectura conocida en el clásico y post clásico maya, pero con estilos nunca antes vistos combinados con formas olmecas y demás, “incluso podría apostar que los olmecas podrían no ser la cultura madre como les llaman en México, pues hay vestigios de intercambio y rastros de la presencia de visitantes de esa cultura en esta zona del sur, más bien sería la cultura hermana de los mayas”, afirmó.

Como dato curioso, Hansen fue el asesor de cultura y comportamiento maya para la película Apocalypto (2006), dirigida por Mel Gibson. Junto al comentario aprovechó a disculparse, pues dijo que se enteró de muchos mexicanos que no disfrutaron la película y criticaron lo visto respecto a los sacrificios, “esos mayas eran del periodo postclásico, ya habían interactuado y adoptado costumbres del centro del país, principalmente de los tlaxcaltecas, una de las culturas más agresivas de México en su historia prehispánica”, expresó.

Entrevistado en Candelaria, municipio de Campeche, Hansen fue invitado a un evento de hermanamiento con dos entidades ciudades, Tlaquepaque (en Jalisco) y Cholula (Puebla); también se realizó un evento similar pero con el país vecino de Guatemala, que tiene su límite territorial con México entre los municipios de Candelaria y Calakmul, en Campeche, y la reserva del Petén.

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Otro dato curioso es que desde en el 2017 se formó un campamento integrado por 416 ciudadanos guatemaltecos, entre ellos mujeres y niños. Huían de la milicia guatemalteca debido a un desalojo ilegal para que la zona donde ellos vivían en el interior del Petén pudiera ser explotada por diversas empresas americanas para la extracción de diversos minerales, entre ellos litio.

Hasta la fecha, no ha habido solución para estos ciudadanos que ya tienen permisos laborales emitidos por el Instituto Nacional de Migración (INM), algunos ya comenzaron los trámites de ciudadanía pues han nacido al menos 12 niños y niñas en el transcurso de casi seis años.

Hansen al enterarse de esto se lamentó, y destacó que “en vez de buscar aniquilarlos, debieron contratarlos como centinelas de la reserva, pues hoy la zona cobrará importancia para el resguardo de sus reservas naturales, no sólo debemos hallar esos lugares sagrados, debemos protegerlos, y la apertura a la urbanización amenaza estos espacios. Para llegar a la zona donde trabajamos se necesitan al menos dos días caminando o en su caso un helicóptero, por lo que sé el sentimiento de estas personas”, dijo.

Sospechas de alcance, el Lidar debe inspeccionar más al noroeste

Hansen afirmó que gracias a la tecnología Lidar -tecnología usada por Petróleos Mexicanos (Pemex) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para encontrar petróleo y vestigios bajo tierra respectivamente- fueron halladas las 996 ciudadelas mayas en el Mirador, pero al ser muy costoso la renta de esta tecnología, no avanzaron más al norte del área de trabajo. 

Sin embargo, dijo que sí hay interés, pues existe un cuerpo de agua con dirección al noroeste y sospecha que se convierte en el río Candelaria, destacando que ese río pasa por el complejo arqueológico del Tigre, mejor conocido como Itzamkanac. 

Según el INAH, el sitio de El Tigre es reportado desde los tiempos de la conquista como Itzamkanac; puerto fluvial de gran importancia y ruta natural entre el Petén y la costa de Campeche. La historia indica que hacia 1525 Hernán Cortés, enterado de la importancia comercial del puerto, lo visitó en su marcha hacia las Hibueras, Honduras. 

Para poder continuar su viaje, abrió sendas y fabricó grandes puentes de madera de los que el cronista Villagutierre, hacia el año de 1700, escribió que algunos de ellos permanecen y se llaman los puentes de Cortés. El periodo de ocupación humana en El Tigre abarca desde el Preclásico Medio (600-300 antes de Cristo), hasta el Protohistórico (1557 después de Cristo), de acuerdo con el Sistema de Información Cultural del gobierno federal.

Hansen, sentado sobre su silla, volteó hacia el río a su espalda y dijo: “Imaginen este y otros ríos como super carreteras, por aquí llevaron las piedras usadas para la edificación de todas las ciudades, también traían mercancía, viajaban para sus inspecciones, y regresaban como si nada, tal vez a la Cuenca, tal vez a las nuevas ciudades, eso lo veremos más adelante, pero de una duda surge el interés, y estoy interesado también en trabajar en México”. 

Sin embargo, reconoció también que no sabe si la vida le alcanzará, pues no sólo es lo tardado de la investigación, sino el riesgo que corren estos lugares por la urbanización, y recalcó, “mientras unos estamos en búsqueda de historia, otros en busca de dinero, la tala inmoderada e ilegal, la explotación de recursos naturales como el agua y demás, pone en riesgo la permanencia de estos puntos históricos y eso es lo que debemos cambiar, para dejarle un legado a las nuevas generaciones”, sentenció. 

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Otro cuestionamiento salió al preguntarle cómo cuidar de estos espacios históricos, y preguntó: “¿Qué pasa cuando haces carreteras hasta el interior de una selva? El turismo puede llegar fácilmente a estos espacios, causando estrés a la flora y la fauna del lugar, sin dejar un sólo peso de derrama a las comunidades por donde pasó en su vehículo. Ahí están los problemas que incluso tienen otras zonas arqueológicas”, respondió. 

Volvió a cuestionar: “¿Qué pasaría entonces?, si sólo hacemos vías férreas para ingresar desde la última comunidad, se construyen hoteles sustentables en las últimas comunidades, restaurantes, y la única forma de llegar a esa zona fuera es el tren o a caballo, quizá en vehículos más pequeños y con guías turísticos de la región, ahí todo cambia y da posibilidad de hacer planes económicos”. 

Para cualquier lugar en resguardo, Hansen aseguró que debe existir un plan de control, sustentable y con vías a un resguardo de lo natural, porque así hubieran querido los antepasados mayas, esperando a dejar un mensaje de trascendencia para las generaciones venideras. 

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Edición: Estefanía Cardeña