Tras tres meses sin laborar, las sexoservidoras regresaron a la ex zona de tolerancia sin medidas de sanidad ni cubrebocas. Según la Comisión para la Prevención contra Riesgos Sanitarios de Campeche (Copriscam) no hay manera de clasificar como esencial o no esencial este oficio, pero no están permitidas las aglomeraciones. En la entidad, ninguna autoridad regula la prostitución.
Durante años, la zona de tolerancia operó como lugar de esparcimiento para caballeros. En el área había cabarets, cuarterías con sexoservicio y bares.
Hace poco más de seis años, este espacio -ubicado en la antigua vía a la Hacienda Kala, entre avenida prolongación Álvaro Obregón y Jaina- fue declarado ex zona de tolerancia, para trasladarlo a los límites de la ciudad sobre el periférico Pablo García y Montilla; sin embargo, en la ex zona continúa el sexoservicio.
Según el Ayuntamiento y la Secretaría de Salud de Campeche, no hay alguna sanción adecuada o regulación de la actividad que permita brindar seguridad a las sexoservidoras y mucho menos a quienes asisten a estos lugares. Sin embargo, la dependencia, a través del Departamento de Planificación Familiar y Promoción del Sexo Seguro, realiza periódicamente visitas a las personas que ahí laboran para entregarles preservativos, ofrecerles asistencia médica e incluso de planificación familiar. Estos servicios de apoyo fueron suspendidos desde el inicio de la pandemia, al tiempo que la ex zona de tolerancia también dejó de operar.
En un recorrido por el lugar se observó que las sexoservidoras no portan cubrebocas mientras están paradas en las entradas a las cuarterías, tampoco es notorio algún dispositivo de lavado de manos o higienización.
Edición: Ana Ordaz
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