Maltrato a policías influye en niveles graves de corrupción: organización

Especial: Dejar el mal

En Campeche, Quintana Roo y Yucatán, más de la mitad de la población mayor de edad percibe corrupción en las corporaciones policiales, de acuerdo con datos del Inegi y son los elementos de tránsito los peor calificados. 

Las cifras en Quintana Roo son las más negativas: 82.6 por ciento de los mayores de edad encuestados consideraron que la policía de tránsito es corrupta; 77.6 por ciento de descalificación para la municipal y 62.9 para la estatal. 

Y aunque la percepción de corrupción es menor en los dos estados restantes de la península de Yucatán, la cifra supera en todos los casos al 50 por ciento. 

Sin afán de justificar que un elemento de la policía cometa un acto corrupto, María Elena Morera, presidenta de Causa en Común, explica que algunas de las causas que llevan a los elementos a pedir “mordida” es el enorme maltrato del que son víctimas dentro de las corporaciones. 

“Dentro de la policía no se puede esperar que sean honestos cuando adentro de la institución tienen grandes problemas: no los preparan bien -salen a la calle sin una capacitación adecuada-, generalmente les pagan mal, y viven un maltrato enorme al interior de la policía.

“Los maltratan con los horarios, un policía generalmente trabaja 24 por 24 o 24 por 12, aunque a veces pueden tener un horario mucho más extendido y no les remuneran las horas extra. No tienen un buen seguro médico, no tienen una buena pensión para el retiro, son condiciones tan malas que lo que extraña es que la gente piense que pueden ser buenos policías”, explica la fundadora de la organización especializada en el análisis de las corporaciones de seguridad y justicia del país. 

En el marco del Día Internacional contra la Corrupción, que se conmemora este 9 de diciembre, María Elena Morera advierte que tener niveles de percepción de corrupción tan altos en la policía repercute negativamente en la población por la desconfianza hacia las autoridades que traen un arma y que tienen tu vida en sus manos. 

“La población al no confiar en su policía se siente insegura y también los delincuentes sienten que es más factible cometer un delito porque no los van a detener o si los detienen pueden dar dinero para que los dejen libres. Los policías deberían ser las personas en las que más debería confiar la gente”, señala. 

En Campeche, 71.9 por ciento de la población considera que la policía de tránsito es corrupta; 64.7 por ciento percibe corrupción en la policía preventiva municipal y  64.4 por ciento cree que existe esta práctica en la policía estatal. 

Yucatán obtuvo las mejores calificaciones: 57.8 por ciento de los mayores de edad creen la que policía de tránsito comete corrupción; 56.1 desconfía de la policía municipal y 55.8 cree que la policía estatal es corrupta. 

La solución, asegura María Elena Morera, estaría en una mejor preparación de los elementos policiales, garantizar la eficacia de los controles internos y externos y la inclusión de la ciudadanía y la academia en las evaluaciones del desempeño de todas las corporaciones. 

“Necesitamos controles muy estrictos, profesionalizarlos y capacitarlos bien, pagarles mejor, sancionar cuando exista alguna falta. Tenemos que pensar qué policía queremos y qué policía estamos dispuestos a pagar”, advirtió. 

También son víctimas 

La última encuesta realizada por el Inegi para medir la tasa de víctimas de corrupción por cada mil elementos de la policía durante el desempeño de sus funciones levantada en 2017 señala que Yucatán es el estado de la península que más casos registró. 

Los datos del Inegi indican que 71 de cada mil policías recibieron oferta de soborno por parte de los ciudadanos y cuatro de cada mil sufrieron algún tipo de extorsión por parte de sus compañeros. 

En Quintana Roo, 46 de cada mil tuvo ofertas para recibir “mordidas”, hubo seis víctimas por cada mil de extorsión por parte de sus compañeros o supervisores y uno de cada mil fue víctima de soborno por parte del personal de la corporación. 

En contraste, Campeche reporta que 30 de cada mil fueron invitados a recibir sobornos por parte de los ciudadanos y tres de cada mil señalaron ofertas de sobornos por parte de sus compañeros y supervisores. 

Causa en Común destaca que las policías deben ser tratadas como las instituciones más esenciales del Estado, al ser el primer contacto con una autoridad por parte de la población. 

“Además de estar desprotegidos, mal pagados y equipados, abandonados por el Estado y sus comunidades, con jornadas extenuantes y capacitaciones exprés, los policías enfrentan día con día un altísimo riesgo de ser asesinados”, destaca la organización y advierte que es necesario repensar el Sistema Nacional de Seguridad Pública.

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