Opinión
Margarita Robleda Moguel
18/08/2024 | Mérida, Yucatán
“Un mundo nos vigila” solía decir Pedro Ferriz Santacruz, para presentar su programa de televisión, pionero en abordar el tema de los Ovnis. Uno puede estar de acuerdo o no con don Pedro, pero la curiosidad nos invita a imaginar la apertura y el tamaño del universo, se nos dice que “el que se cierra pierde”. Seguramente los gobiernos tienen información clasificada a la que los “de a pie” no tenemos acceso. Dicen que “para no preocuparnos”. ¿Será?
Lo de “Un mundo nos vigila”, me vino después de una platica que tuve con unos amigos sobre las maravillas de la inteligencia artificial sobre cómo las empresas del ramo están vendiendo a las escuelas en el país del norte paquetes para las tabletas, las cuales contienen toda la información que necesitan niños y maestros para el año escolar, incluyendo las tareas y los exámenes. Conforme escuchaba, la preocupación comenzó a tomar el lugar de la admiración. ¿Quién decide qué aprenden los niños? "Entrenan..." ¿para qué? ¿Para únicamente producir y consumir? ¿Cuál es el papel del maestro? En qué momento puede acompañar el proceso del alumno? Él sabe que los alumnos son diferentes y tienen distintos tiempos. ¿Cómo esperan que todos calcen el mismo zapato?
Cada vez menos jovenes quieren estudiar educación. La relación con los alumnos sobrestimulados, sin límites ni capacidad de socializar, es cada vez más difícil. ¿Es el inicio del cierre de la escuela como la conocemos? ¿Aprenderán los alumnos a escuchar, analizar, a tener una actitud crítica, poder evaluar, elegir?
Vayamos por partes. ¿Qué es la inteligencia artificial o IA? Es un conjunto de tecnologías que permiten que las computadoras realicen una variedad de funciones avanzadas, incluida la capacidad de ver, comprender, y traducir lengua hablada o escrita, analizar datos, hacer recomendaciones y mucho más.
Se utiliza para extraer textos y datos de imágenes, documentos y convierte el contenido no estructurado en datos listos para las empresas, además de brindar estadísticas valiosas.
La inteligencia artificial general o AGI, (que no existe aún), sería la capacidad de una maquina de “sentir, pensar y actuar”, como lo haría una persona.
El siguiente nivel será el de la superinteligencia artificial (ASI), en la que la máquina podría funcionar de manera superior a la humana en todo aspecto.
Por lo pronto, es muy cómodo preguntarle a Alexa y que nos responda en instantes la temperatura, datos sobre la próxima luna llena; solicitemos canciones o información. Incluso que responda a piropos o chascarrillos.
Pero me pregunto, qué sucede con los niños y jovenes que hacen su tarea en modo, “pregunta, corta y pega”, sin haber leído ni siquiera lo esencial... ¿qué información están adquiriendo? Maestros comprometidos, en busca de soluciones, están pidiendo las tareas escritas a mano. Las nuevas generaciones no han desarrollado esas habilidades, porque lo que el maestro dice que no tiene que ser muy larga. ¿Pedirán a la IA una síntesis del trabajo para que lo puedan copiar?
Ahora sí estoy segura de que un mundo nos vigila. Un mundo que sabe cuales son nuestros gustos, estilos de vida, pensamientos e intereses. ¡Qué miedo! Apenas menciono el deseo de un viaje y enseguida comienzan a llegar al cel propaganda de cruceros o excursiones. Nos parece tan divertido, tan natural, que no tomamos en cuenta de que cada vez iremos pensando menos, nos vamos transformando en lo que los programadores quieren. ¿Bajo que bandera, imperio, intereses?
¡Uay! ¿Eso queremos?
Edición: Fernando Sierra