Faby Vidal sigue la tradición familiar en el mundo de las luchas

A casi ocho años de su debut como luchadora profesional en la lucha libre, Faby Vidal ha cumplido sus sueños sobre un ring en una carrera que compagina con el teatro. Faby ha crecido inmersa en este ambiente, pues su familia es un referente de esta actividad deportiva en el sur de Quintana Roo.

Hija de Raúl Vidal, promotor de la lucha libre a través de la Arena Vidal y también luchador profesional en la capital del estado, y hermana de Raúl Vidal Jr. y Adán Vidal, luchadores chetumaleños, hace poco más de una década a Faby se le ocurrió incursionar también en este deporte de las llaves y costalazos.

“Desde que tengo memoria he estado en la lucha libre por mi familia, pues siempre he visto luchadores por todos lados, hasta que como a los 16 años fue que le dije a mi papá que me gustaría entrenar y empecé entrenando”, cuenta Faby.

Pero la respuesta de Raúl Vidal a su hija fue que si de verdad quería incursionar en el arte del pancracio tenía que ser en serio y no tomarlo como un juego. Ella aceptó y comenzó a entrenar, sin pensar que después tendría la curiosidad de subir a un ring.

Después de casi dos años entrenando, Faby le dijo a su papá que sí quería subir al ring, y pese al tiempo de entrenamiento tuvo que esperar otro medio año para que se planeara su debut, un 17 de marzo de 2014.

Para entonces Faby tenía 18 años, y recuerda que entre sus contrincantes estuvieron La pequeña Saory, La Flor Caribeña, Ades y Sombra Azul, quienes figuran entre la lista de luchadores más importantes de Chetumal.

Desde entonces Faby dedica al menos tres días a la semana a entrenamientos deportivos, con la ventaja de contar con un ring en su casa y también de grandes deportistas bajo el mismo techo, por lo que la pandemia sólo la alejó del público del arte del gotch.

En su paso como luchadora profesional, Faby ha podido enfrentarse con luchadoras del Consejo Mundial de Lucha Libre como Dalys La Caribeña, originaria de Panamá, también de una familia de luchadores y esposa del conocido luchador Negro Casas.

“Fue una de las experiencias más padres que he tenido, pero también he conocido mucha gente dentro de la lucha, aficionados y luchadores de otras empresas, es muy padre conocer gente y que el deporte te arrope pese a ser joven y mujer”, dice.

En sus años como luchadora desde su debut, Faby contabiliza unas 20 peleas, dependiendo de la promotora que ha parado en los últimos dos años debido a la pandemia.

Para la entrevistada, a diferencia de otros deportes, la lucha libre es inclusiva y existe el apoyo por parte de sus compañeros varones, que han posibilitado que se abran las puertas a sus presentaciones.

Como parte de su carrera, que ve más como un hobbie, Faby que también es actriz de obras teatrales, ha recorrido todo el estado, lo que le ha permitido visitar lugares y conocer a otras personas.

Seguidora de luchadores como Negro Casas y Dalys La Caribeña, Faby Vidal sostiene que la lucha libre es algo que le gusta tener en su vida, y que planea practicar la lucha “hasta que el cuerpo aguante”.

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Edición: Emilio Gómez