Mariposa monarca, migrante incansable

Nombre científico: Danaus plexippus

Peso: Menos de un gramo

Trayecto: De Canadá y Estados Unidos a México y algunas partes del Caribe

Tiempo de vida: La generación Matusalén puede vivir hasta nueve meses

Dieta: Algodoncillo y néctar de flores.

La mariposa monarca -de nombre científico Danaus plexippus- protagoniza una de las migraciones animales más sorprendentes, puesto que realiza un recorrido de más de 4 mil 500 kilómetros cada año, huyendo del invierno en Canadá hasta tierras mexicanas, que son más cálidas y permiten su reproducción.

Estas singulares viajeras llegan en noviembre, principalmente a los santuarios para su especie, ubicados en el Estado de México y Michoacán, y regresan al norte del continente americano en marzo, con la llegada de la primavera. A lo largo de su recorrido van polinizando infinidad de especies, lo que las convierte en una especie clave para la salud de los distintos tipos de vegetación.

Y aunque su recorrido las lleva principalmente al centro de México, algunas, principalmente las que vienen de Carolina del Norte, toman rumbo hacia el Caribe, por ello es posible verlas en Florida y en islas como Cuba, Jamaica, República Dominicana o Puerto Rico y en la península de Yucatán, en lugares como Cozumel, donde recientemente se reportaron los primeros avistamientos.

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De acuerdo con el biólogo y maestro en ciencias Cristóbal Carrión, la monarca es una especie de insecto muy importante de forma ecológica para muchos países de Norteamérica, entre ellos México. Es uno de los animales que tiene una de las migraciones más complejas, largas e importantes del mundo, debido a esto su importancia ecológica y de conservación, dado que ha tenido mucha influencia a nivel internacional.

Detalló que esta mariposa no pesa ni un gramo y pese a su ligereza, desafían todo tipo de ambientes para cursar su ciclo de vida. Tras nacer en los bosques tropicales de México, en un período más cálido se van hacia el norte, a los bosques más templados de Norteamérica, como Canadá y Estados Unidos. Luego, en la temporada invernal, entre noviembre y marzo, es que bajan nuevamente al país azteca.

Resaltó que ellas controlan muchas de las plantas conocidas como algodoncillos; estas plantas tienen una toxina también conocida como asclepias o glucósidos cardíacos, elementos que han aprendido a almacenar y depositar en sus pieles. De esta forma se hacen más resistentes y evitan la depredación de otros animales como las aves, entre ellas el bolsero, que se alimenta principalmente de estos insectos.

Estas mariposas han logrado adaptarse a las condiciones cambiantes del planeta y han buscado siempre lugares más adecuados para su reproducción y así completar su ciclo de vida; muchas de ellas tienen que viajar largas distancias para alimentarse del néctar de plantas con flores y precisamente eso se ha visto mermado en muchos países en los que viajan y habitan estacionalmente.

“La pérdida de cobertura vegetal y sobre todo de las especies vegetales de las cuales se alimenta esta mariposa han ocasionado que muchas no logren completar su recorrido migratorio y esto puede tener repercusiones, como que no puedan llegar o que se desorienten. Igualmente el cambio climático ha generado varios cambios de temperatura en el planeta, lo cual también ha generado variaciones tanto en los vientos como las temperaturas del agua y la atmósfera”, acotó.

Manifestó que aunque este tipo de especies tienen como su principal hábitat los bosques y se les ha llegado a encontrar otros sitios como matorrales y también en desiertos durante su recorrido y descanso, siempre y cuando encuentren flores y néctar.

“Por todo ello es muy importante buscar estrategias para conservar todos estos medios y estos ecosistemas donde estos insectos llegan a posarse, alimentarse y descansar y sobre todo a completar su ciclo de vida. Si no las conservamos, no conservamos nuestros ecosistemas y por eso estamos condenando también la migración y la existencia de estos hermosos insectos que tienen gran importancia para el funcionamiento de los ecosistemas desde el punto de vista de la polinización de las flores”, acotó Cristóbal Carrión.

Por su parte, el biólogo y ambientalista Roberto Rojo detalló que la mariposa monarca es un insecto del orden de los lepidópteros, que significa alas con escamas, y comprende todas las mariposas y palomillas. Pertenece a una familia que se llama ninfálide y esta familia tiene más de 5 mil especies, siendo la monarca una de las más representativas.

Comentó que la especie fue descrita por Carlos Linneo, la persona que inventó su nombre científico y que describió muchísimas especies en el siglo 18 y le puso Danaus Plexippus, y aunque no hay mucho acuerdo todavía con el significado del nombre científico, tiene que ver con deidades de la mitología grecolatina.

Apuntó que la mariposa monarca se distribuye principalmente en Norteamérica, aunque es uno de los pocos insectos que pueden hacer vuelo transatlántico y se ha instalado en algunos lugares como las Islas Canarias, en España, y también ha sido introducida a Nueva Zelanda y se puede encontrar ahora en Australia y en algunas ínsulas de Oceanía.

Abundó que esta especie crece principalmente en Norteamérica y su ciclo de vida normalmente es corto, puesto tiene cuatro días de estadio de huevo y luego durante dos semanas es una oruga que crece muy rápido; nacen chiquitas, van alimentándose de plantas especiales que se llaman asclepias o algodoncillos y crecen en tan sólo dos semanas. 

Posteriormente hacen su crisálida, que es el estadio donde van a hacer la metamorfosis, y ahí se llevan 10 días y luego normalmente las generaciones viven entre dos y seis semanas.

Comentó que cerca del otoño hay una generación especial que se llama Matusalén, la cual puede vivir hasta nueve meses y es la que hace esa gran travesía de casi cinco mil kilómetros hasta llegar a los bosques de Michoacán y el Estado de México.

“Hay varias migraciones, la que llega hasta acá es la migración oriental de las mariposas y hay otra que es migración occidental, que se queda por California, pero la migración oriental es la que baja hasta estos lugares en México y viene a hibernar en los bosques de pino y oyamel, donde no hace tanto frío como en el norte. Descansa mucho tiempo, pero no significa que esté completamente inactiva pues a veces vuela y también se reproducen en esta época”, añadió Roberto Rojo.

Como cada viernes, La Jornada Maya te invita a conocer la fauna endémica del sureste mexicano. Aquí te compartimos la colección que tenemos hasta el momento. ¡Disfrútala! 

Edición: Estefanía Cardeña