Los apicultores de la zona maya de Tulum llegan a este Día Mundial de las Abejas en medio de una preocupante sequía que afecta a la región, donde han tenido que implementar medidas urgentes para preservar a sus colmenas, puesto que debido la escasez de floración la producción de miel ha disminuido considerablemente.
El 20 de mayo de cada año se conmemora el Día Mundial de las Abejas, en honor al pionero de la apicultura moderna, el esloveno Anton Janša. En Quintana Roo, es en las comunidades rurales de Bacalar, Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos, Tulum, Lázaro Cárdenas y Puerto Morelos donde se concentra mayormente la actividad apícola.
Egilio Canul Dzib, apicultor de la comunidad de Sacamucuy, perteneciente al municipio de Tulum, explicó que están utilizando su poca producción de miel para alimentar a las abejas y así evitar su mortandad, ya que escasea la floración por la sequía. “La técnica que uso para las abejas es propia de la naturaleza y como es tiempo que no hay floración pues hay que alimentarlas con la miel que estamos cosechando”, dijo.
Apuntó que la falta de lluvias ha provocado un declive en la cantidad de flores disponibles para las abejas, impactando directamente en su capacidad para recolectar néctar y polen, elementos esenciales para su alimentación y la producción de miel.
“No hay que abusar de la poca miel porque no es suficiente por la sequía y lo poco que hay es para que vivan ellas y conservar las colmenas”, acotó.
Mientras que otro apicultor de esa comunidad, Alejandro Pech, refirió que esta medida representa un desafío adicional para los productores, quienes ya enfrentan dificultades económicas debido a la reducción en la producción de miel.
Señaló que también está el costo asociado a la compra de alimentos suplementarios para las abejas; muchos apicultores se enfrentan a la incertidumbre sobre el futuro de su actividad porque las condiciones climáticas atraerán más sequedad.
"Es una situación preocupante. Hemos tenido que tomar la difícil decisión de destinar parte de nuestra escasa producción de miel para alimentar a las abejas. Si no les proporcionamos el alimento necesario, corremos el riesgo de perder nuestras colonias, lo que tendría un impacto en nuestra actividad", agregó.
Ante este panorama desafiante, los apicultores se han visto obligados a cambiar el manejo de colmenas, pero aún tienen esperanzas de que la temporada de lluvias revierta esta situación complicada.
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