Basurero industrial impide liberación de áreas de pesca en Sonda de Campeche

Especial: Los frutos del mar

Pese a las constantes promesas que se han hecho al sector pesquero de altura y ribereño, de aperturar al menos una parte de los 35 mil kilómetros cuadrados en la Sonda de Campeche que Petróleos Mexicanos (Pemex) tiene restringidos para la pesca, el “basurero industrial” en que la petrolera nacional ha convertido la zona, hace imposible que ello pueda suceder, aseguran dirigentes.

Baudelio Cruz Coronel, presidente de la Unión de Sociedades Cooperativas y Grupos Solidarios del Sur del Estado de Campeche, y Adolfo Hernández Maldonado, presidente de la Federación de Sociedades Cooperativas Pesqueras de Altura, entrevistados por separado, coincidieron en que esta promesa la hizo el gobierno federal, desde el 2016, en la que anunciaron la apertura de una parte de esta zona restringida a la pesca.

Antecedentes

Con el descubrimiento del complejo petrolero Cantarell, a finales de los años 70, la actividad pesquera y la petrolera convivieron durante un tiempo en la Sonda de Campeche, considerada por los hombres de mar como un área importante de producción marina, de especies de alto valor comercial.

A finales de los años 90, Pemex contaba con aproximadamente 127 plataformas en la zona, por lo que prohibió la pesca en casi 600 kilómetros cuadrados, las cuales eran considerados de alta productividad pesquera.

Tras los atentados al World Trade Center, en Nueva York, Estados Unidos, la petrolera nacional anunció, bajo el argumento de seguridad, la ampliación del área restringida, a 35 mil kilómetros cuadrados.

En el 2016, el entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunció que se liberarían aproximadamente 15 mil kilómetros cuadrados del área restringida para permitir la actividad pesquera en la zona, para lo cual se llevaría a cabo un estudio de prospección con el Buque de Investigación Pesquera y Oceanografía (BIPO), del Instituto Nacional de la Pesca (Inapesca), sin embargo, hasta el momento, todo que en promesa.

Acuerdo de acción

Con la caída del precio internacional del petróleo, en el 2016, como parte de las acciones emprendidas por el gobierno federal, encabezado por el ahora ex presidente Enrique Peña Nieto, fue anunciada una serie de acciones, como parte de un programa de reactivación económica para los estados de Tabasco y Campeche, que incluía la propuesta de abrir nuevamente a la pesca una extensa área de captura, restringida por la actividad petrolera.

El 11 de octubre de 2016, se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el acuerdo mediante el cual se modificaban las zonas de prohibición para la actividad pesquera, dejando al Inapesca los estudios necesarios para liberar 15 mil kilómetros cuadrados en la Sonda de Campeche.

Con el apoyo de la Secretaría de Marina (Semar), se delimitaron cinco polígonos de zonas de estudios, la primera al norte de la zona y al oeste de Cayo Arcas, con una superficie de 34. 5 kilómetros cuadrados; el segundo de mayor tamaño, al centro de la zona petrolera con un área de 2 mil 208 kilómetros cuadrados; el tercero al sur de la zona, con un área de 107 kilómetros cuadrados; otro más, cerca de la costa de Tabasco con una extensión de 19.4 kilómetros y el último en forma de triángulo, muy cerca de la costa con 4.86 kilómetros.

Para realizar los estudios correspondientes, se trasladó al barco BIPO del Puerto de Mazatlán, en Sinaloa, al Puerto de Seybaplaya, en Campeche, para que se realizara el análisis de los recursos pesqueros.

De acuerdo con el estudio, se determinó que estas áreas contaban con la disponibilidad de camarón y otras especies, las cuales podrían ser de un alto potencial comercial, por lo que era posible abrirlas a la pesca, sin embargo, nunca se publicaron en el Diario Oficial de la Federación.

Sobre el resto de las áreas se determinó que no era posible abrirlas a la pesca, sin darse a conocer las causas, aunque los pescadores aseguran que el motivo es que se han convertido en un “basurero industrial”, por los ductos de conducción de crudo y gas, que atraviesan en la zona.

"Basurero industrial"

Baudelio Cruz Coronel, presidente de la Unión de Sociedades Cooperativas y Grupos Solidarios del Sur del Estado de Campeche, lamentó el “engaño” que se hizo a los pescadores, quienes tenían la esperanza de incrementar sus ingresos con la apertura de estas áreas a la pesca de arrastre.

“Confiamos en que los estudios arrojarían lo que siempre hemos demandado, que las áreas de exclusión que Pemex mantiene cerradas son las de mayor productividad pesquera, con especies de alto valor comercial”.

Expuso que uno de los argumentos que se han puesto por parte de la petrolera nacional son los altos índices delictivos que se presentan en la zona, sin embargo, “los verdaderos pescadores no contamos con motores tan grandes como los delincuentes”.

Destacó que tanto la Semar como Pemex han hecho inversiones para incrementar los niveles de seguridad de la zona, pero sólo son usados para ahuyentar a los pescadores, porque los delincuentes aún mantienen presencia en el área.

“Es claro que el verdadero motivo por el que las áreas propuestas no han sido abiertas a la pesca de arrastre, es porque se encuentran convertidas en un basurero industrial, producto de los ductos que se encuentran tendido en esta zona, para el traslado de aceite y gas”. 

Mientras tanto, Adolfo Hernández Maldonado, presidente de la Federación de Sociedades Cooperativas Pesqueras de Altura, señaló que esta promesa nunca se ha cumplido, ya que ha antepuesto la producción petrolera, al sector pesquero.

“Durante años, no sólo no se han liberado las áreas de pesca que se nos prometió, sino que se han incrementado, ya que cada vez instalan más plataformas y enormes barcos petroleros en la zona, lo que no permite que podamos llevar a cabo nuestras actividades”.

Expresó que sin los apoyos necesarios, la actividad pesquera se encuentra condenada a desaparecer, puesto que cada vez es más difícil de costear, por los altos costos de los combustibles y de las artes de pesca.

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Edición: Estefanía Cardeña