Según el Pacto por la Primera Infancia, hay 13 entidades federativas que sobrepasan la media nacional en términos de pobreza infantil y entre ellos, Campeche que ocupa el noveno lugar a nivel nacional, mientras que los otros estados de la península de Yucatán están entre los estados con mayor aumento de pobreza y pobreza extrema, ocupando puestos en el top cinco de cada factor.
“En Campeche los datos son graves, ya que seis de cada 10 niños sufren de pobreza”, informó Alberto Sotomayor, coordinador de investigación del organismo.
“La pobreza infantil es la negación de los derechos humanos de cada niña y niño, y es una violación explícita al derecho que tienen a desarrollarse con plenitud. En los primeros años de vida, puede generar daños irreversibles, lo que hace que su atención sea urgente y deba considerarse prioritaria. Las consecuencias de no actuar ahora son incalculables”.
Mientras Campeche no tuvo mucho movimiento, con un aumento de casi 2 por ciento entre el 2018 y el 2020, quedando en el noveno lugar a nivel nacional, Yucatán y Quintana Roo (lugares 12 y 13, respectivamente), están entre las entidades donde aumentó drásticamente su porcentaje en estos problemas sociales.
Quintana Roo está en el primer sitio del top cinco de pobreza con un aumento de 15.2 por ciento y en el segundo lugar con niños en pobreza extrema, con 6.3 por ciento.
Yucatán también tuvo un retroceso y aumentó otros 6.2 por ciento las condiciones de pobreza extrema en la primera infancia, que lo ubican en tercer sitio.
A nivel nacional, uno de cada dos niños menores de seis años sufre de pobreza, mientras que uno de cada 10, pobreza extrema.
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De acuerdo con los datos del análisis presentados desde septiembre y explicados este miércoles, 43.9 por ciento de la población en México es pobre, pero ese porcentaje crece al hablar de las niñas y niños menores de seis años, donde el alcanza 54.3.
Señala también la pobreza extrema afecta en mayor proporción a la primera infancia que al resto de la población en México, 11.8 por ciento o uno de cada 10 menores de seis años enfrenta condiciones de pobreza extrema.
Entre 2018 y 2020 la pobreza y pobreza extrema en niñez temprana fue más aguda, incrementando alrededor de dos puntos porcentuales en el periodo.
La pobreza pasó de 52.5 a 54.3 por ciento, mientras que la pobreza extrema aumentó de 9.9 a 11.8, por lo que el Pacto por la Primera Infancia considera que las condiciones adversas para este sector se agravaron considerablemente.
La pobreza infantil afecta de por vida en la salud, en el desarrollo cognitivo y emocional, y la capacidad productiva, con consecuencias de largo alcance, por ello es urgente y prioritario que se tomen las medidas necesarias para revertir esta tendencia, señala. No hacerlo por decisión u omisión significa perder a la mitad de una generación de niñas y niños, y vulnerar sus derechos a un desarrollo pleno, agrega el análisis.
“Urgimos al gobierno federal, a los gobiernos de las entidades federativas y a los Congresos a aumentar la inversión pública en la provisión de transferencias, bienes y servicios de calidad para la primera infancia, y a garantizar su derecho a la alimentación, educación, salud y a la protección; no en el futuro, no mañana, actuemos ahora”, finaliza.
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