La lengua no muere, los que mueren son los hablantes: Fidencio Briceño Chel

Desde hace casi 30 años, Fidencio Briceño Chel se ha dedicado a la refuncionalización de la lengua maya, es decir, a generar estrategias y proyectos para evitar su desaparición.

Como promotor de esta lengua indígena, Fidencio recuerda que para crear políticas lingüísticas hay que saber qué se quiere hacer con la lengua y lo importante es trabajar para que las personas no dejen de hablarla.

“La lengua no muere, los que mueren son los hablantes. Después de sufrir discriminación a los 12 años yo ya quería hablar español, pero recuerdo que mi abuelo me dijo ‘no es vergonzoso hablar maya, es vergonzoso no hablarla’ y afortunadamente no la dejé, pero muchos sí la dejan”, lamentó.  

Durante el sexto día de actividades de la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (Filey), se llevó a cabo dentro del stand de la La Jornada Maya la plática La refuncionalización lingüística de la lengua maya en la que Fidencio destacó que la refuncionalización es hacer que la lengua indígena esté presente en espacios donde normalmente no estaba.

El responsable de que la sección en maya de este periódico se llame k’iintsil (La jornada respetuosa), y toda su familia se encargan de producir libros de adivinanzas, cuentos, trabalenguas y otros materiales didácticos todos ellos escritos en maya y español; y en algunos casos, también en inglés y francés, pero siempre en maya.

Uno de los últimos materiales publicados es la versión maya de El Principito, que se llama Chan Ajaw y está disponible en la Filey o en este enlace.

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Fidencio se encarga de impartir talleres de refuncionalización desde 1994 y al momento ha impartido más de 3 mil. El hombre originario de Hubila, Tixkokob, presume que uno de los egresados es Pat Boy Rap Maya, quien incluso llegó a Hollywood con una canción para la película de Marvel Black Panther: Wakanda Forever.

“Los mayas no estamos muertos, yo veo que los libros hablan de los antiguos mayas, pero los mayas estamos vivos, sólo que no voy a venir aquí con mi taparrabos”, destacó.

El especialista en lengua maya está disponible en el correo [email protected] para brindar información sobre los talleres de refuncionalización.

¿Existe la participación de las comunidades indígenas en sus territorios? 

En el mismo sentido de las pláticas sobre poblaciones indígenas participaron los especialistas José Israel Herrera, Cielo María Ávila López y Amina El Mekaoui en un conversatorio sobre reflexiones de experiencias etnográficas.

Durante el espacio El derecho de la participación de las poblaciones indígenas. Reflexiones de experiencias etnográficas los participantes coincidieron en que las comunidades autóctonas se encuentran en riesgo por la forma en la que se ejerce el poder, el individualismo, el impacto tecnológico, el cambio climático y muchos otros factores.

“Hay una nueva generación que se está alejando cada día de la identidad, la cultura y las costumbres”, manifestó Amina El Mekaoui, antropóloga originaria de Marruecos.

Al respecto, Cielo Ávila planteó la necesidad de que las autoridades locales, como presidentes municipales o comisarios ejidales, tengan una capacitación para tratar a la gente de acuerdo a las necesidades que presentan, sobre todo respetando su lengua.

Además, destacó José Israel, se deben buscar mecanismos para realizar consultas indígenas que generen un diálogo imparcial y de buena fe.

“Las poblaciones indígenas ahora están obligadas a ser consultadas cuando nunca lo habían sido y están obligadas a participar en un diálogo con mecanismos que les han sido impuestos”, advirtió el antropólogo. 

Los investigadores señalaron que existen muchas potencialidades en las comunidades mayas como los recursos, el patrimonio cultural, el saber local, la extensa biodiversidad y cuestiones como que las mujeres son líderes en el desarrollo o que hay capacidad de adaptación a los cambios climáticos.

Todas estas cuestiones pueden funcionar a favor si existe organización social, difusión puntual de información, actividades de paz y, principalmente, un esquema educativo que no sea de imposición sino de empoderamiento.

Soberanía alimentaria

Hablar de alimentación va mucho más allá de asegurar un plato de comida, o de comer saludable, o de comer rico. México, a pesar de tener una gastronomía que se considera patrimonio de la humanidad, atraviesa una crisis de inseguridad alimentaria que afecta incluso a las zonas rurales.

En Retos y avances en materia de soberanía alimentaria en Yucatán dentro de la cúpula azul maya, Diana Castillo Loeza, Edith Pereyra de la Rosa e Iván Hernández Cuevas advirtieron sobre la disminución del consumo de alimentos nativos y la pérdida de los conocimientos tradicionales.

Moderados por María Pia Mc Manus, los participantes señalaron que los principales retos en la materia son recuperar desde las aulas los conocimientos que lleven a una soberanía, es decir, a una independencia en el consumo de alimentos.

Destaca que la inseguridad alimentaria se manifieste en áreas rurales porque se esperaría que en el campo existan los alimentos suficientes para tener satisfecha a la comunidad, pero esto no está ocurriendo.

“Los conocimientos tradicionales están en peligro, se han ido perdiendo por el abandono de la milpa, la erosión, el cambio climático, esto pone en juego la seguridad alimentaria”, lamentó. Edith Pereyra.

Tras el intercambio de ideas, los participantes coincidieron en que la solución consiste en implementar políticas públicas para implementar cultivos que se usan y consumen en cada comunidad; que las universidades tengan un papel activo y que inculquen en las aulas los conocimientos tradicionales y, además, de que los consumidores también adquieran cierta responsabilidad y consuman alimentos que se produzcan localmente.

Casa de Libros y el amor al texto en papel

Por otra parte, en el corazón de Mérida existe un espacio donde las personas pueden disfrutar de la lectura, descansar del bullicio de la ciudad o incluso terminar una tesis. Se trata de la Casa de Libros José González Beytia, un espacio donde todavía se lee en papel.

Para conocer sobre este espacio, José Luis Domínguez Castro, Roberto Patiño e Itza Solis  encabezaron la plática ¿Hay alguna casa donde aún se lea en papel? Historia de la Casa de Libros JGB y recordaron el nacimiento de este proyecto hace 15 años.

José Luis explicó que se trata de una construcción de los años 40 que se encuentra llena de libros, pero que se resiste a ser biblioteca porque lo que ofrece es algo más cercano a un hogar.

El inmueble ubicado en la calle  62 A, número 461, entre avenida Colón y Calle 33B del centro de Mérida, alberga a la fecha 17 mil títulos que pueden ser consultados por cualquier persona.

“Hay un ambiente amable y acogedor para toda la gente que quiera sentarse a leer. Mucha gente ha ido a refugiarse, a escribir o a terminar una tesis”, destaca don José Luis.

Itza, una joven de 24 años, destacó que lo atractivo de la Casa de los Libros es poder leer libros de papel porque, aunque tiene acceso a las versiones digitales, tener el texto en físico es una experiencia más completa.  

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