Especial: Ecosistema vivo
El programa de Servicios Ambientales en dependencias federales consideradas verdes, otorga a zonas ejidales y comunidades recursos para preservar, cuidar y no permitir la alteración de diversas zonas forestales, como humedales o manglares; Campeche es la entidad con mayor extensión de mangle en el país con más de 282 mil hectáreas desde Carmen hasta Calkiní, pero no existe información de la producción real de bonos azules o de carbono, derivados del cuidado de la zona de mangle.
Para Daniel Pech, biólogo adscrito a la Escuela del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), la Reserva de la Biósfera de los Petenes es la zona de humedales más importante de la península de Yucatán, pues tiene la mayor extensión de mangle en comparación a Yucatán y Quintana Roo juntos, así como las especies de mangle existente en la zona; predomina el botoncillo, pero también hay indicios de mangle rojo y negro.
y indicios de mangle rojo y negro. Señaló de suma importancia que los municipios costeros mejoren su visión de cuidado del ambiente, sobre todo en esta zona de humedales por la importancia en el sistema ecológico, así como el valor de la especie en sí, dado por sus usos medicinales y la producción de bonos azules o de carbono en el tema de servicios ambientales, y como barrera protectora ante tormentas, ciclones e incluso huracanes.
Y es en el tema de los servicios ambientales donde entra la importancia de la preservación: “Los manglares es la especie forestal de mayor producción de carbono, y hay organizaciones internacionales como la ONU que tienen programas de conservación, preservación y desarrollo de humedales como parte del plan de mitigación para las emisiones de gases contaminantes, y destinan millones de dólares para estos conceptos, para ello puede consultarse el Protocolo de Kyoto”.
Agregó que “los humedales sufren por determinados factores, el más importante es la deforestación, causada por la presencia humana y las ampliaciones de campos ganaderos y agrícolas; pero también está el factor contaminante silencioso, derivado de residuos tóxicos que llegan a la zona de humedales y los consume o daña”.
Consideró una rareza la situación con los programas como Servicios Ambientales, emanados de organizaciones federales como la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Comisión Nacional Forestal (Conafor), y que tienen como objetivo incentivar en los dueños de extensiones donde haya presencia de especies con alta producción de bonos de carbono, la preservación, cuidado y desarrollo de estas zona de humedales o forestales. Esto a través de recursos.
“Veo ciertas lagunas… los manglares, mientras menos intervención humana a la especie en sí, producen mayores cantidades de bonos de carbono, y esa es la intención de preservarlos, sin embargo con programas como el de Servicios Ambientales, se modifica o interviene el espacio de humedal y claramente produce menos carbono, pero el hoyo negro lo veo en que nadie sabe nada de esto y Campeche estaría dejando pasar la oportunidad de obtener millonarios recursos que podrían destinarse a programas o sistemas de mitigación del daño ambiental”, dijo.
Con dichos recursos, dijo, se pueden poner en marcha plantas de tratamientos para la limpieza del agua que desemboca en la zona marítima federal, y por ende llega a los manglares, “ahí es donde debemos trabajar… todos somos partícipes, no sólo quienes investigamos y proponemos, también quienes gestionan los recursos y aún más, quienes pueden evitar tirar su basura en lugares indebidos y quienes pueden mejorar su tratamiento de residuos industriales”, finalizó.
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