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Jairo Magaña
23/02/2025 | San Francisco de Campeche
Asombro, molestia e indignación ha causado la revelación de la influencer peninsular Pawi Huerta en donde acompañada por Arturo Bravo Muñoz, vicefiscal del Estado e hijo de la titular de la Secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana, Marcela Muñoz Martínez, y la esposa de éste, Andrea Sadek Kelleher, quien es hija de la directora del Instituto de la Mujer del Estado de Campeche (IMEC) Vania Kelleher Hernández, realizaron una visita nocturna, aparentemente guiada, en la zona arqueológica de Calakmul.
En su cuenta de Tik-Tok, subió un video -el cuál ya borró- en donde hizo la cronología desde las 4 de la mañana, cuando estaban bajando al lobby del Hotel Tren Maya Calakmul, pues desde ahí los llevarían a esta visita a la metrópoli antigua de KuKul Kaan, pasando por un camino de casi 30 kilómetros a oscuras, y ya remodelado por la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) con motivo de la construcción de dicho inmueble.
Entre cortes, la influencer comentaba lo maravilloso de vivir dicho momento, llegar de madrugada y ver el amanecer poco a poco, así como de la importancia de ir con un guía pues reconoció que estaban entrando a la Reserva de la Biósfera de Calakmul, y por ende, muchos de los animales se encontraban en su estado silvestre y había que tomar precauciones debido a la presencia de jaguares, y demás.
El video circuló por unas horas, cuando comenzaron las críticas de arqueólogos, medioambientalistas, y algunos funcionarios de oposición al actual gobierno del estado, pues al tratarse del vicefiscal del estado, Bravo Muñoz, resulta inaudito que no conozca de leyes federales, y la ley federal de protección de monumentos, inmuebles y vestigios arqueológicos, prohíbe el ingreso a las reservas protegidas de noche. Sobre todo si están a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Ante las presiones, la influencer bajó el video al cabo de unas horas, pero sin dar explicaciones de cómo lograron acceder a Calakmul, y desatando cuestionamientos sobre quién los llevó y dónde se encontraban los centinelas del INAH, quienes debían cuidar el acceso al lugar para prohibirles la entrada. Posteriormente se dio a conocer que es el Hotel Tren Maya Calakmul, de donde sale la oferta de una visita guiada al interior de la zona arqueológica.
Cabe destacar que el inmueble se encuentra en la zona conocida como de amortiguamiento de la Reserva, y hubo críticas por la construcción del mismo, donde ecologistas y arqueólogos señalaban posibles daños y violación a la ley de Equilibrio Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
También, el Centro INAH México emitió un comunicado donde se deslinda de cualquier permiso otorgado, y que comenzarán con una investigación pertinente con las instancias correspondientes para sancionar a quienes violaron ambas leyes federales ya mencionadas arriba.
Incluso, llama la atención que cuando comenzaron a cuestionar los hechos y buscar una opinión al respecto en el grupo de prensa creado por personal del INAH, cambiaron la configuración de la retroalimentación de mensajes, es decir, bloquearon las conversaciones y solo las funcionarias a cargo del grupo pueden comentar en esa mensajería.
Edición: Emilio Gómez