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Octavio Olvera
12/06/2025 | Mérida, Yucatán
En protesta por la falta de energía, el jueves 22 de mayo, vecinos de las colonias Zazil-Há y Cinco Colonias, ubicadas al sur de Mérida, bloquearon la calle 50 A, entre las avenidas 119 y 131, generando el consabido caos vial. Ese mismo día por la noche, en la ciudad de Campeche, colonos de El Polvorín se manifestaron frente a las oficinas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ubicadas sobre la avenida Resurgimiento. Demandaban el cambio inmediato del transformador de la zona, cuyo desperfecto, hasta ese momento, los mantenía sin luz por tercer día consecutivo.
El pasado fin de semana, la queja provino de habitantes de las colonias Villas Tulum, Tumben Kah y La Veleta, en el municipio de Tulum, Quintana Roo, a quienes los bajones y apagones les han causado daños en aparatos electrodomésticos.
Sin embargo, el problema se extiende a los tres estados, y en cada uno de ellos la afectación es similar: daño al patrimonio de miles de familias, y por otro lado, miles de empresas deben interrumpir sus actividades por la carencia de electricidad, lo que les impide realizar operaciones tan básicas como emitir una factura validable ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
¿Ejemplos más graves? Los hay, por supuesto. En respuesta a la falta de energía eléctrica, desde el viernes 4 hasta el lunes 7 de abril del presente año, habitantes del municipio de Atasta, Campeche, cerraron la carretera federal 180, que se extiende por la costa del Golfo de México, desde Veracruz hasta Ciudad del Carmen, Campeche. Mil 600 tráileres, en una extensión de por lo menos diez kilómetros, quedaron varados, perdiendo mercancía perecedera.
Este fin de semana, en Ciudad del Carmen, escasearon medicinas, alimentos, gasolina y gas LP, hasta que la Secretaría de Gobierno del estado se comprometió con los habitantes de Nuevo Progreso, Atasta y San Antonio Cárdenas a habilitar la subestación eléctrica de este último poblado para regularizar el suministro eléctrico.
Edición: Emilio Gómez