El rap es el vehículo más potente que hay para proyectar sin estar pegando en la radio: 'Pat Boy'

Jesús Cristóbal Pat Chablé es el nombre de pila de Pat Boy, uno de los precursores y figuras más representativas de la escena del rap en lengua maya en Quintana Roo desde hace casi dos décadas.

Originario de la localidad de José María Pino Suárez, del municipio maya de Felipe Carrillo Puerto, Pat Boy tiene ahora un estudio de grabación, en donde apoya en la producción musical y de videos a jóvenes que, como él, tienen gusto por la cultura hip hop.

El término rap se refiere exclusivamente a la música, al arte de rimar improvisando, mientras que hip hop es una cultura urbana en general que engloba lo musical e incluye al rap como su parte integradora.

Con 29 años de edad, Pat Boy es uno de los exponentes del rap en lengua maya en el estado. Desde el corazón de la zona maya, el cantante explica que desde los 17 años comenzó a rapear junto con amigos y su hermano.

“Comenzamos como entre juego y todo eso en el 2005, ya en el 2009 comenzamos a hacer el rap en maya, creé mi primer rap ese año”, recuerda.

Influenciado por Santiago Pat, conocido como Santos Santiago Wakaka’ meek’en, un músico de reggae de la localidad de Laguna Kana que también interpreta en lengua maya, Pat Boy inició una serie de producciones al cuestionarse el porqué existía el reggae interpretado a la maya y no así el hip hop.

“Dije, si hay reggae en maya ¿por qué no lo podré yo hacer en hip hop? ¿Cómo se escucharía?”, fue la cuestión que dio lugar al primer rap en maya llamado Vida de mayas, el cual fue grabado en las instalaciones de radio XHNKA, una plataforma radial que depende en la actualidad del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI).

Posteriormente participó en un concurso de canto en lengua maya en Kantunilkín, en el que obtuvo el tercer lugar, iniciando así el movimiento de hip hop en lengua maya.

Por esos años Pat Boy escuchaba a raperos como Vico C, uno de los pioneros en la década de los 90 en México; Control Machete, Quinto Sol, Molotov, además de otras bandas internacionales.

En el concurso de canto, Pat Boy recuerda que los jurados no sabían contar los tiempos, por lo que ganó el tercer lugar; cuenta que comenzar a tocar puertas en esta escena fue complicado.

“Estaba en maya y muy poca gente creía en el proyecto que yo tenía, algunos maestros que daban clases en maya me apoyaban, yo improvisaba y poco a poco, hasta llegar a las redes sociales, en donde uno puede difundir su trabajo y es cuando me doy a conocer un poco más, además en las radios comunitarias, y así fue como la gente fue conociéndome”, recuerda.

Pat Boy es el precursor de este género que desde entonces ha sumado varias generaciones que le siguen en la actualidad, pero en sus inicios encontró también la existencia de otros grupos como Cuellos Verdes, una agrupación de estudiantes de la Universidad Intercultural Maya de José María Morelos que hacía un rap gánster en maya, y los Mayan Poetry.

El músico considera que el hip hop le otorga la capacidad y libertad creativa, a diferencia de otros géneros como el rock o pop, que son más limitativos: “el rap es el medio, es el vehículo más potente que hay para proyectar sin estar pegando en la radio”.

Tradiciones y costumbres, temas sociales, vivencias, pláticas con los abuelos y mensajes motivadores e identitarios son los temas de las letras de las canciones que Pat Chablé ha plasmado a lo largo de seis álbumes, cada uno con entre 12 y 14 temas, y muchas otras colaboraciones.

Su inspiración es la gente del pueblo y lo que ellos viven. “De lo que me cuenta mi abuela y la gente del pueblo, eso me hace imaginar y pensar sobre los temas que pueda hacer y lo que he hecho”, platica.

El proceso de creación además, se ajusta a la elección y compra de la pista, costo que puede ascender hasta los 10 mil pesos, dependiendo cómo es producida o hecha, ya sea con músicos o sintetizadores.

Hago el coro, luego la rapeo, hago mi primer borrador, lo ensayo, lo dejo y regreso a escribir hasta que quede como lo quiero, lo ensayo, esto puede tardar hasta tres días, semanas, o a veces meses, no es determinado o a veces puede ser el mismo día”, cuenta.

La música ha llevado a Pat Boy hasta Estados Unidos y por varias partes del país, pero sus videos en la red social YouTube tienen hasta 206 mil visualizaciones.

“Nunca imaginé llegar hasta allá rapeando y cantando, mi aprendizaje fue autodidacta, luego tomé talleres de música y poco a poco fuimos aprendiendo”, detalla. 

Desde hace años creó ADN Maya Producciones, una productora en la que impulsa a otros jóvenes dedicados al hip hop y fusiones que a la fecha suman unos 30 artistas de la península yucateca y tres discos “siempre con el toque del rap”.

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Edición: Ana Ordaz