Rap en maya, una forma de resistencia de la lengua

Rap

James Assir Sarao Cauich primero piensa en maya, luego escribe en maya y, de ser necesario, lo traduce al español u otro idioma para comunicarse. Al rapear en público evoca a sus ancestros, recuerda a sus abuelos y padres, quienes le enseñaron esta lengua original en su pueblo: Mocochá. 

Sin embargo, al principio sólo hablaba con ellos y otras personas cercanas, le daba pena hacerlo fuera de este entorno. A través del rap encontró una manera de expresar mejor lo que siente, pero sobre todo de sentirse más orgulloso de sus orígenes, perder el miedo y la pena al comunicarse en maya. 

Para el artista, el rap en maya es una manera de resistencia, para que la lengua prevalezca y siga viva ante un panorama cada vez más desolador. Aunque no se dedica concretamente a la música, en sus canciones trata de manifestar la lucha social y las complicaciones que padecen los pueblos mayas, sobre todo el racismo y discriminación que aún prevalece. 

Lleva más de 10 años dedicado al fomento del rap en maya, es licenciado en literatura, locutor y actualmente maestro de maya de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY). 

En un momento de su vida, James estuvo en Cancún, Quintana Roo, donde tuvo su primer acercamiento con el rap y el FreeStyle; en sus tiempos libres se juntaba con algunos compañeros para improvisar, sólo por diversión. A los 17 años regresó a Mérida y luego empezó la carrera de literatura en la Facultad de Ciencias Antropológicas de la UADY. 

El rap es poesía 

Entonces, al conocer un poco más sobre la métrica y otros detalles de la escritura, empezó a escribir sus propios poemas en maya; luego a rapearlos. Para él, escribir rap es lo mismo que hacer poesía, pues son rimas en maya. La rap y la poesía son similares, detalla, comparten la lírica, adoptan figuras y formas de pensamiento complejo a través de ciertas rimas y ritmos. 

Uno de los problemas sociales entre los mayahablantes es que no hablan la lengua porque temen ser discriminados, y así, con el tiempo, la lengua se va desvaneciendo. Esto pasó con James, pues a pesar de conocer la lengua desde niño, de pensar en maya, no la hablaba tanto en otros ámbitos, o sólo en su comunidad. 

“Hasta el día de hoy me gusta escribir en maya y no en español, empiezo en maya, y si se necesita alguna traducción lo pasó al español, pero de inicio toda la idea surge en maya; me gusta más, me siento más cómodo”, expresa. 

Sin embargo el rap le ayudó a entender que no hay que sentir vergüenza por esta lengua, sino que hay estar orgullosos y darla a conocer. Ahora habla y rapea en maya frente a varias personas. 

En sus canciones aborda temáticas de justicia social y denuncia cómo viven los mayas, las violaciones a sus derechos humanos, las condiciones de precariedad en que habitan los pueblos, explotación laboral, deserción escolar, así como la constante discriminación. 

El rap como forma de resistencia 

El también maestro en maya está consciente de que cada día esta lengua agoniza, pues pocas personas la hablan; entonces, gracias al rap, la música y las artes, se resarce esta pérdida de hablantes, muchos jóvenes y niños han encontrado en el rap en maya una forma de sentirse seguros de hablar en su lengua, no de sentir vergüenza. “El rap es una forma de resistencia”, afirma sin temor.

 “El rap les puede servir para buscar un lugar y una superación personal”, agregó. 

También, añade, gracias a estas expresiones artísticas, las personas de las comunidades dejan a un lado sus prejuicios y estereotipos hacia la cultura del hip hop y prestan mayor atención a las letras en maya, las entienden y reflexionan sobre su entorno. 

Como académico busca fomentar, a través del rap, la poesía u otro arte, el amor por la lengua maya, que las personas, los jóvenes y la niñez la valoren, la aprecien y que no se avergüencen de ella, sino que vean como un privilegio el saber hablar maya y que este conocimiento se siga pasando de generación en generación para que no se extinga.

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-Hip hop, u chíikulal láayli’ ts’aka’an kuxtal lu’umil Yucatán

-Bobokchi’ ich maaya, uláak’ bix u mu’uk’ankúunsa’al le t’aano’
 

Edición: Estefanía Cardeña