Óscar Rodríguez
La Jornada Maya
16 de marzo, 2016
No sé si fue el ver la casa materna amenazada por la construcción del nuevo centro de convenciones de Mérida o la interrogante que lo inquietó al punto de parecer que no tenía respuesta sobre la contribución de su obra literaria a un país inmerso en un contexto de violencia; pero, la calma que Juan Villoro guardó por más de una hora, se perdió de manera evidente y el incesante jugueteo con su barba entrecana lo evidenciaba.
Y es que el terso mar en el que navegaba el recién galardonado con el premio “José Emilio Pacheco”, en la mesa denominada [i]Juan Villoro y sus lectores[/i], tuvo sus corrientes encontradas en dos aristas: una, la contribución de su obra literaria en contra de la violencia que vive el país y, la segunda, la relación de los escritores con los políticos, la cual dijo debe mantenerse a distancia.
Luego de una hora y media de discusión, Juan Villoro remató “se ha devaluado tanto la figura de los presidentes que ahora da pena estar cerca de ellos”. Por espacio de dos horas, cinco jóvenes acompañaron en una mesa panel al escritor capitalino, donde se comentaron algunas de sus principales obras literarias y cómo la vida los llevó a encontrarse con el mundo de la lectura.
La mesa estuvo formada por Karla V. Hau Couóh, Maritere Gutiérrez Rivero, Laura E. Hernández Mirando, Paul Antoine Matos y Carlos A. Olais Dávalos.
En primer plano, la estudiante del Colegio de Ciencia y Tecnología del Estado de Yucatán, María Teresa Gutiérrez, narró cómo [i]El libro salvaje[/i] fue el que le abrió las puertas al mundo de las letras.
Durante su exposición, la joven cuestionó a Juan Villoro sobre qué tan redituable sería una carrera como la de Literatura Latinoamericana, a lo que el escritor contestó: “la carrera que tiene futuro es la que te apasiona”.
Por su parte, el joven futbolista Carlos Olais comentó el libro [i]Dios es Redondo[/i], que habla de diferentes personajes del mundo del balompié a nivel mundial, una de las pasiones de Villoro.
Al dirigirse al deportista, el escritor expresó de manera abierta y clara su pasión por el fútbol, el cual practicó en algún tiempo de su vida con los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y aclaró que su equipo es el Necaxa.
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