''Debe eliminarse estigma a mujeres que deciden sobre su cuerpo'': activista

Especial: Derecho a decidir

Aunque no hay un dato exacto de abortos legales, clandestinos o de casos de mujeres judicializadas por practicarse una interrupción del embarazoen Campeche, Isabel Rodríguez Casanova, integrante de la Red de Mujeres y Hombres por una Opinión con Perspectiva de Género (REDMyH) y encargada del Sistema Integral de Sexualidad (Sisex), destacó que el tema no es de índole penal, por lo que debe eliminarse es el estigma social de criminalizar a las mujeres.

Esto en el entendido de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) emitió un dictamen para defender el derecho de la mujer para decidir sobre su cuerpo respecto al tema, y donde prevalece el respeto a las atenuantes que permiten el hecho de practicarse una interrupción del embarazo seguro; en Campeche tiene tres causales enmarcadas en la NOM-046: violación, gravedad de salud e imprudencial.

La activista afirmó que tienen conocimiento de más interrupciones clandestinas que seguras y legales: hay en promedio 60 abortos clandestinos en lo que va del año, mientras que de forma segura el programa Aborto Seguro lleva entre cuatro y cinco seguimientos en el mismo tiempo, pero no significa que sean abortos.

Señaló que los métodos utilizados en este programa, en caso que finalice en interrupción, son aborto terapéutico y Aspiración Manual Endo Uterina o AMEU, ambas eficaces pero con diferencias respecto a las secuelas de salud posteriores a la práctica.

Mientras la interrupción terapéutica es con pastillas y requieren de un legrado (raspado uterino que puede causar hemorragias mortales), el segundo tratamiento es un aspirado con dos cánulas de plástico quirúrgico que no requiere raspado.

“Con estos métodos disponibles, resulta extraño que no haya mayor difusión o promoción de las posibilidades que tienen las mujeres de Campeche para hacer válido su derecho de decidir sobre su cuerpo y, ojo, tampoco es que apoyemos el libertinaje, sino que es necesario entender que un aborto es un método que debe ser practicado bajo las causales, que -por cierto- desde el 2017 solicitamos al congreso de Campeche una modificación al Código Penal del Estado para ampliar la gama de causales y no logramos, la desecharon”, lamentó.

Agregó que esta ampliación de causales quería agregar dos factores más, “las malformaciones congénitas detectadas durante el proceso de embarazo, así como la condición de pobreza extrema y que no puedan brindar una vida digna a los niños”.

Reiteró que el tema en Campeche y todo el país no es precisamente penal sino de Salud Pública, y por ello la NOM-046 enmarcó una “pequeña” abertura para que el concepto de aborto no tenga más ese estigma de delito, sin importar ese concepto de objeción de conciencia el cual trataron que fuera un candado a la despenalización del aborto.

También resaltó que en un tema aparte, pero con pocos datos, es que hay indicios que en los centros penitenciarios, incluidos los de Campeche, las reclusas han realizado prácticas abortivas mediante procesos violentos y poco seguros, pero es un tema a investigar a detalle.

También te puede interesar: 

-Hay abortos seguros, pese a obstáculos antiderechos

-QRoo, a la cabeza de mujeres que acuden a la CDMX a interrumpir su embarazo

-Interrumpir el embarazo, nuestra elección y derecho como mujeres: testimonios

-En cuatro municipios de QRoo anuncian marchas feministas a favor del aborto

-Fondo María, 12 años acompañando en abortos seguros

-Esta Legislatura abordará la despenalización del aborto de forma seria: Vida Gómez

-Red de mujeres apoya con medicamentos para abortar en la península de Yucatán

-Reconoce Inmujeres a grupos 'marea verde' por aborto legal

-Congreso yucateco con despenalización del aborto en la mira

-Día de Acción Global por el acceso al Aborto: Una cuestión de derechos humanos

-Ts’o’ok lajka’ap’éel ja’ab káajak u meyaj Fondo María ikil u kaláantik u yéensa’al paal

-Léejislatura táan u meyaj walkila’ yaan u ch’a’ajoltik tu beel ti’al ka luk’sa’ak u si’ipil kéen éensa’ak paal: Vida Gómez

Edición: Laura Espejo