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Miguel Améndola
11/04/2025 | Tulum, Quintana Roo
Nombre científico: Myiozetetes similis
Localización geográfica: Desde el sur de México hasta el sur de Sudamérica
Tamaño: 16 a 18 centímetros
Peso: 24 a 27 gramos
Dieta: Principalmente frutos e insectos
El Luisito común, cuyo nombre científico es Myiozetetes similis, es una de las aves más características de la Península de Yucatán, donde este pequeño y ruidoso paseriforme ha logrado adaptarse con éxito a los entornos urbanos, convirtiéndose en una de las 20 especies más comunes en la región.
Juan Flores Valadez, coordinador del programa de Aves Urbanas de Cancún Nabci Conabio, explicó que el Luisito común es un ave que se encuentra en diversas ciudades de Quintana Roo como Cancún, Playa del Carmen, Puerto Morelos y Cozumel, donde ha encontrado un ambiente favorable para su supervivencia.
Foto: Helio Lourencini
Describió que esta ave, también conocida como benteveo mediano, luis gregario, mosquero o chepío, pertenece a la familia de los benteveos o Tyrannidae, y es originaria de América. Su distribución abarca desde el sur de México, pasando por toda Centroamérica, hasta el sur de Sudamérica.
En la Península de Yucatán se le puede ver en parques públicos, jardines e incluso en cables de alumbrado público, lo que revela su excelente capacidad de adaptación a los entornos urbanos, donde ha encontrado una fuente constante de alimento, a la vez que se ha acostumbrado a la presencia humana y a pesar de ser un ave territorial, suele construir su nido utilizando ramas de árboles y, en ocasiones, toma material de otros nidos para reforzar el suyo propio.
Su presencia en las ciudades es constante, lo que lo convierte en un habitante común y bien conocido en estas zonas. En cuanto a su dieta, es un animalito que es omnívoro y se alimenta principalmente de frutos e insectos, los cuales caza en árboles y plantas cercanas. Esta dieta variada le permite sobrevivir con facilidad en entornos urbanos, donde los recursos alimenticios son abundantes. Los insectos son una fuente importante de proteínas, mientras que los frutos y bayas proporcionan una buena cantidad de energía para el ave.
Foto: Daniel S. Katz
La adaptabilidad de su dieta es clave para su éxito en las áreas urbanas de la Península de Yucatán. Tiene un ciclo reproductivo bastante productivo. Las hembras ponen entre dos y cinco huevos por postura y realizan entre tres y cuatro posturas por temporada. La incubación de los huevos dura aproximadamente 13 días y los pichones nacen completamente dependientes de sus padres. En un lapso de 35 días los pichones se separan de los padres, alcanzando su independencia y comenzando su vida como aves jóvenes.
Este ciclo reproductivo relativamente rápido y frecuente favorece la estabilidad de su población, especialmente en áreas urbanas, donde existen condiciones adecuadas para la cría. Se trata de una especie pequeña, de unos 16 a 18 centímetros de largo y con un peso que varía entre los 24 y 27 gramos, mientras que el plumaje es muy distintivo y sirve como una buena herramienta para su identificación. La cabeza es de un gris oscuro, con una línea blanca bien definida que marca la zona de los ojos. En la parte superior se distingue un tono anaranjado brillante.
La espalda del Luisito común es de un marrón olivo, mientras que las alas y la cola son de un marrón más oscuro, con franjas castaño rojizas. El vientre es amarillo y el cuello de un blanco inmaculado. Los pichones tienen un aspecto diferente a los adultos, ya que su franja en la cabeza es de un tono más pálido, la corona es menos rojiza y las franjas en las alas y la cola son de un color avellana. Las diferencias en el plumaje permiten una fácil identificación de los pichones, lo que es útil para los observadores de aves e investigadores que monitorean las poblaciones de esta especie.
Es un ave bastante ruidosa, lo que la convierte en uno de los elementos más sonoros de su hábitat. Su llamada, que utiliza principalmente para la comunicación con otros individuos de la especie, puede ser un factor de confusión, ya que es similar a la de otras aves pertenecientes a la misma familia. Sin embargo, su naturaleza social y su proclividad a vivir en áreas urbanas le otorgan una notable visibilidad y sonoridad en comparación con otras especies de aves que también habitan las mismas zonas.
Foto: Helio Lourencini
No obstante, aunque fácilmente es reconocible, puede ser confundido con otras especies de la misma familia, como el Luisito pico grueso y el Luisito bienteveo. Ambas especies comparten algunas características, pero se distinguen por su tamaño más grande. A diferencia del Luisito común, estas dos especies tienen un cuerpo más robusto, lo que les da una apariencia más imponente. Sin embargo, la diferencia de tamaño es generalmente suficiente para que los observadores de aves puedan diferenciarles sin dificultad.
“El Luisito común es un excelente ejemplo de la adaptabilidad de las aves a los entornos urbanos. Su presencia en las ciudades demuestra la capacidad de esta especie para coexistir con los seres humanos, aprovechando los recursos que las ciudades ofrecen. Con una dieta variada, un ciclo reproductivo prolífico y un comportamiento territorial, el Luisito común se ha ganado un lugar en el ecosistema urbano de la Península de Yucatán”, destacó Flores Valadez.
A pesar de las dificultades inherentes a vivir en un entorno tan modificado por el hombre, esta especie continúa prosperando, manteniéndose como una de las aves más comunes de la región y un símbolo de la relación entre la naturaleza y la urbanización.
Su fascinante comportamiento adaptativo no solo es una muestra de la resiliencia de las especies, sino también una invitación a reflexionar sobre el impacto de las ciudades en la fauna local y la importancia de fomentar entornos urbanos más amigables para la biodiversidad. En el caso del Luisito común, su canto ruidoso y su presencia constante nos recuerdan que la naturaleza siempre encuentra su espacio, incluso en medio del concreto y el asfalto.
Como cada viernes, La Jornada Maya te invita a conocer la fauna endémica del sureste mexicano. Aquí te compartimos la colección que tenemos hasta el momento. ¡Disfrútala!
Edición: Ana Ordaz