'Ramona', proyecto de teatro, feminismo e infancias

27 de marzo: Día Mundial del Teatro, el espejo roto

Ramona, rebelde tejedora de sueños es un proyecto que no sólo cuenta una historia, sino que invita a las infancias a construir nuevos imaginarios, desde una base filosófica y una perspectiva feminista.

El proyecto nace a partir de Ramona, el cuento que narra la historia de la mujer indígena que fue elegida como representante del Comité Clandestino Revolucionario Indígena del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Sin embargo, Jazmín Alhelí se ha apropiado del discurso, anteponiendo a Ramona como una mujer semilla, pues la historia ha repercutido en su corazón y ha creado discursos que quiere promover entre las infancias.

“Me ha encendido el fuego de mi digna rabia. El nacimiento de Ramona es filosófico, es el inicio del proceso en el que yo me nombro creadora escénica y está atravesado por la terapia que he ido tomando alrededor de dos años, una terapia de psicología feminista”, compartió la joven en entrevista.

En su proceso, Jazmín menciona a la Colectiva Más Psicología Feminista, pues además de tener un lazo personal con las mujeres de la agrupación, también han tenido parte en la elaboración de Ramona.

Para la joven actriz, este proyecto ha sido un parteaguas en su vida y sobre todo, como creadora especifica que no es posible separar del todo al artista de su obra. 

“Como espejos que somos en la creación, estamos constantemente jugando o poniendo los ingredientes como nuestra esencia, nuestro ser y lo que somos”, confiesa.

Así que Ramona nace de un proceso de deconstrucción amoroso, de cuidado y bien guiado.

Acompañada de Erika Ancona Trujillo, su maestra de kamishibai, Jazmín aprendió a ilustrar y  narrar con esta técnica japonesa, por lo que asegura que Ramona es una hija de ambas.

El proyecto que involucra teatro, ha sido también un impulso de movilización para Jazmín porque tomó la decisión de rodar en bicicleta y llevar este proceso al interior de los municipios.

“La primera parada de ‘Ramona’ ha sido en Kinchil y fue una experiencia hermosa. Hice todo el viaje en bici, esta herramienta independiente y autogestiva que me va a permitir llegar afuera del sistema, a las comunidades, a las periferias. Mi intención no es educar, no les llevo el fruto sagrado de las artes porque toda la niñez tiene esta parte creativa, yo sólo visibilizo que hay otras formas de expresar lo que sentimos”, indicó.

Uno de los sueños de Jazmín es viajar por el mundo y ahora quiere hacerlo, pero contando la historia que ha construido de Ramona.

Al compartir su deseo, la niñez de Kinchil también ha externado los suyos, como el  ser una flor o una mariposa.

“A lo mejor es como perciben la libertad y también hay adolescentes que sueñan con vivir en un mundo más equitativo, en el que las personas no tengan que dar una explicación al amar a alguien de su mismo sexo”, describió Jazmín.

La joven, siguiendo la metodología del profesor chileno Óscar Jara, sistematiza sus experiencias, en especial esta de recientemente salir en bicicleta a contar historias.

“Evalúo cómo llego física y emocionalmente; reviso cómo me relaciono con la comunidad y con las personas. Ramona viaja en bici es mi proyecto de vida”, compartió la joven que también ha sido tallerista y maestra.

 Jazmín quiere llevar por el mundo a Ramona y por ahora ha comenzado a hacerlo en marchas feministas de Mérida, como en la del 25N, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y el 8M, Día Internacional de la Mujer.

“Me deslindé de la guerra, la sangre, el sufrimiento. Trabajé en las narrativas que yo quiero contarles a las infancias porque tengo claro que con la manera en la que contamos construimos. Yo quiero que ‘Ramona’ llegue a los oídos de la niñez. En mi reencuentro con mi niña me encuentro haciendo teatro para las infancias y quiero que se sientan seguras”, enfatizó.

Con este proyecto, se presentó el año pasado en el Narratón 2020, encuentro virtual entre artistas de México y Chile.

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Edición: Laura Espejo