Estrella de mar, belleza oceánica en peligro

Nombre: Asterias rubens

Característica: Tiene cinco picos y normalmente se agrupa en zonas profundas

Defensa: Su piel calcificada les protege de la mayoría de los depredadores

Alimento: Moluscos, corales y animales muertos en general

Tamaño: Alrededor de 20 centímetros de radio

Principal depredador: Humanos

 

Las estrellas de mar se han convertido en una especie marina muy atractiva para los seres humanos, por su forma, su belleza y el paisaje al que contribuye en los ecosistemas en los que viven. Desafortunadamente, esto también ha provocado la venta indiscriminada de estrellas de mar convertidas en decoración.

A nivel mundial hay más de mil 900 especies y en Quintana Roo destaca la Asterias rubens, de cinco picos, con superficie lisa, granular o espinosa, que normalmente se agrupa en zonas profundas.

El Cielo, en Cozumel, es un claro ejemplo del daño que el ser humano ha hecho a las estrellas de mar; hace apenas una década se podía bucear o practicar snorkel en ese punto cercano a la isla y se podían ver cientos de ejemplares (de allí el nombre), sin embargo, hoy la cantidad ha disminuido considerablemente. 

Si bien pertenecen al grupo de los equinodermos, estrechamente relacionado con los erizos y pepinos de mar, que tienen una piel calcificada (parecido a las espinas) que los protege de la mayoría de los depredadores, no es suficiente para defenderse de los pescadores que las buscan para convertirlas en souvenirs.

Las estrellas de mar de clase Asteroidea (como científicamente se les conoce) son animales invertebrados, con colores que los camuflan o bien llamativos para asustar a los posibles atacantes. En su mayoría tienen de cinco a seis brazos, aunque en el mundo hay algunas que llegan a tener hasta 15 y un máximo de 50.

“Se alimentan en su mayoría de moluscos y animales muertos en general, aunque también de corales… las estrellas de mar se han convertido, por el atractivo que tienen, en un artículo de ornato y por eso mucha gente las saca y las vende, porque son grandes, miden alrededor de 20 centímetros de radio y sacan muchas”, reconoció el biólogo Ignacio Peña.

En Cancún basta con dar un recorrido en el mercado 28 o en diferentes tiendas de souvenirs para encontrar estrellas de mar convertidas en velas, lámparas o en simple decoración, las más simples cuestan 100 pesos y las lámparas llegan hasta los mil 500 pesos, y se le suman otras especies como el caracol rosado y conchas.

La importancia de la estrella de mar para el Caribe mexicano llegó incluso a los escaparates de la perfumería quintanarroense Ultrafemme, que eligió como uno de los símbolos del perfume Cancún una estrella de mar. 

Incluso para celebrar los 40 años de la fundación de Cancún se lanzó una edición limitada del perfume, con 40 destellos de la prestigiada marca Swarovski en su botella. Hoy sigue siendo uno de los aromas ícono de la empresa, por ser un artículo que los visitantes, principalmente extranjeros, deciden llevarse tanto por su aroma como por relacionarlo de inmediato con el Caribe mexicano; su creación se dio precisamente a solicitud de quienes visitaban Cancún y querían un recuerdo único.

Ignacio Peña enfatizó que aunque hay capturas comerciales reguladas que permiten la reproducción de las especies, hay otras no permitidas, ni tampoco hay permisos para ello.

“El mensaje a los turistas, nacionales y extranjeros, incluyendo la gente de Quintana Roo, todos en general, es que no compren estrellas de mar, que no compren caracoles, ni conchas, porque dañan el ecosistema”, exhortó.

La realidad, opinó, es que también faltan estrategias para fortalecer su reproducción, un programa que se ocupe de proteger realmente a la especie, que si bien aún no está en peligro de extinción, sí existe un comercio fortuito que podría ponerla en grave peligro.

Lo realmente preocupante, apuntó, es que las estrellas de mar tienen un papel muy importante en los ecosistemas, porque más allá de su belleza, ecológicamente regulan las poblaciones de otras especies.

“Todo está en el equilibrio del ecosistema marino, y si usted quita un grupo de especies, otras se reproducen más y ese es el problema grave que se puede ocasionar, fue lo que ocurrió un poco con el pez león, que llegó a las costas de Quintana Roo desde Florida, se les escaparon y no tienen competidores, son dañinos”, ejemplificó.

La intervención del hombre en la vida marina, -dijo- si no se hace adecuadamente, termina por ocasionar un desequilibrio en la vida de las especies, algo que repercute en la pesca y un equinodermo como las estrellas podría significar una mayor ganancia para el turismo al presentarlas como una especie viva para conocer en un tour, que como un artículo de ornato de 100 pesos.

El precio promedio de un tour para visitar El Cielo va desde los 600 pesos hasta los mil 600 pesos por persona, sin contar los traslados en ferry hacia la isla, el transporte, las comidas y el hospedaje que algunos deciden tomar para conocer más el destino.

En opinión del biólogo, un campo florido de estrellas de mar puede ser un gran atractivo turístico y podría reproducirse en otros puntos más allá de Cozumel, pero desafortunadamente no lo han hecho así y cualquier persona, incluso gente que no se dedica a la pesca, las sacan del mar y se las lleva a vender.

“Ese es el problema, por eso reiterar el mensaje: que el turista nacional o extranjero no compre estrellas de mar”, solicitó.

Como cada viernes, La Jornada Maya te invita a conocer la fauna endémica del sureste mexicano. Aquí te compartimos la colección que tenemos hasta el momento. ¡Disfrútala!
 

- Jaguar, 'especie sombrilla' que protege a todo el ecosistema

-Murciélagos, polinizadores nocturnos

-Coatí, en riesgo por cercanía con zonas urbanas

-El pájaro Toh, ave real indicadora de la salud de la selva y prestadora de servicios ambientales

-Delfines de la Laguna de Términos, símbolo de la Isla del Carmen

-El flamenco, símbolo de Yucatán, amenazado por cambio climático

-Colibrí esmeralda, la joya de Cozumel

-Manatí, leyendas y realidades

-Selvas de la península, hogar de ensueño para los monos

-Tortuga caguama, ícono del Caribe mexicano

-Ni muerte, ni mal agüero: las lechuzas contribuyen al bienestar del campo yucateco

-Iguanas o garrobos, especie cuya protección aumenta entre la población

-Abeja melipona, una obrera maya muy dedicada

-'Chel', el ave yucateca que maravilla con su plumaje y 'capa' azul

-El majestuoso vuelo de los pelícanos, imagen cotidiana del malecón de 'Carmen'

-El loro yucateco, orgullo peninsular amenazado por el tráfico ilegal

-Tapir, el ''jardinero de la selva''

-Nauyaca nariz de cerdo yucateca; especie con protección especial

-Tucanes, ingeniería de excelencia de la naturaleza

-El mapache, con reputación de inteligente y travieso

-Microorganismos de las cuevas de la península, esenciales en el equilibrio ecológico

-Pulpo maya, exclusivo de la península de Yucatán con alto valor ecológico y comercial

-Ave acuática más grande de América, habita en la Laguna de Términos

-Xunán kab, abeja maya cuya miel tiene propiedades curativas

-Pecarí, un habitante de la selva amenazado

-Toloque coronado, 'dinosaurio' auxiliar en control de plagas de insectos

-Arañas extienden su red en la península

-Colibrí garganta negra, amante de la selva peninsular

-Mapache de Cozumel lucha por la supervivencia

-Puma, felino amenazado por el desarrollo inmobiliario

-Tortuga lora, pudo llegar a la península por cambio en la temperatura del mar

-Tiburón toro, el mandamás del Caribe

-Geco enano collarejo, lagarto nativo de la península que necesita ser visibilizado

-Cacerolita de mar, un animal de sangre azul

-Cojolite, un gran desconocido de la selva maya

-El ‘Huech’, apreciado manjar para las comunidades de la península de Yucatán

-Boa constrictor, asusta a muchos pero no es venenosa

-Lagartija escamosa, una pequeña desconocida

-Cocodrilos de la Laguna de Términos, símbolo de la Isla del Carmen

-Al rescate del cerdo pelón mexicano, originario de Yucatán

-El cangrejo azul: una lucha por la supervivencia

-La Dama Blanca, pez endémico de Yucatán amenazado por la contaminación

-Pejelagarto, especie prehistórica que se conserva hasta nuestros días

-Colibrí garganta rubí, hambriento viajero que llega a la península de Yucatán

-Zorro gris, un cazador solitario

-Amblipígidos, aliados de los humanos en el control de plagas

-Concientizan sobre la caza ilegal del pájaro cardenal

-El viejo de monte, en riesgo de extinguirse

-Copidaster cavernicola, estrella de mar endémica de Cozumel

-Pepino de mar, especie incomprendida y depredada en la costa yucateca

-Rana cabeza de pala, especie muy común en la península

-Tortuga pochitoque, el hombre amenaza su existencia

-Ameiva yucateca, una lagartija diurna de la cual se conoce muy poco

-Jaguarundi, el mesocarnívoro olvidado

-Culebra chirriadora, un reptil diurno

-Hormiguero sedoso, el más pequeño de su especie

-Mojarra castarrica, un regulador del ecosistema de los cenotes yucatecos

-Encuentran ejemplares de nauyaca naricilla en QRoo

-Zopilotes: aves ''poco carismáticas'', pero imprescindibles para el equilibrio ambiental

-Tortuga verde domina el Caribe y el Golfo

-Caracol rosa, en peligro por la pesca ilegal

-Caballito de mar, especie mítica del Caribe

-El makech no es una pieza de joyería ni accesorio, es un animal que merece tener una vida prolongada

-Reinita mielera, ave cuasiendémica de Cozumel

-Tortuga de tres quillas o guao, considerada un peligro por su gran boca

-Cangrejo 'wech' no cuenta con regulaciones para preservar la especie

Edición: Estefanía Cardeña